La iglesia parroquial, testigo de la historia

Curiosamente, a pesar de ser la más antigua de las tres parroquias que existieron en la Edad Media, sólo se conserva la de Santa María, que pierde su origen más allá del siglo XII, cuando su patronazgo dependía del arcedianato de la Santa Iglesia Catedral de León, según puede demostrase en escrituras del pleito seguido por los hombres de Rueda y el Arcediano. Dentro de su sencillo estilo románico-gótico, puede ser interesante conocer ciertos detalles de esta iglesia, tales como pueden ser las columnas y capiteles -dos en el atrio y otras dos en la capilla mayor- idénticas a las de San Miguel de Escalada, serie que se repite en diversos templos y pueblos del entorno. Gómez Moreno, en su Catálogo monumental de la provincia de León (1925), califica y valora esta iglesia, sin embargo, de la manera siguiente: «Ella es un verdadero disparate artístico, tal como no recuerdo otro de aquellos tiempos; un cuadrado de 5,50 metros, con aditamentos rectilíneos en el fondo y a mano derecha; aquel cuya profundidad no pasa de 1,30 metros, y cuya falta de ábside se justifica por ir sobre la muralla, cúbrese con bóveda de cañón apuntado sobre columnas... dentro de lo susodicho, aún se aprecian irregularidades y anomalías incomprensibles». Suponemos que la severidad en el juicio de este eminente arqueólogo se deba a la gran mezcolanza de estilos y gustos particulares que se han acumulado en este edificio para poder seguir en activo nueve siglos después de que tengamos constancia de él.