Diario de León

Cuatro años de investigación y los testimonios de quienes vivieron el auge del empresario Victorino Alonso

‘Don Vito’, la obra que airea la extorsión y la complicidad política que arruinó a León

La periodista Cristina Fanjul y el historiador Víctor del Reguero desvelan la «gran mentira» del carbón

Cristina Fanjul y Víctor del Reguero, autores de 'Don Vito, una historia de mafia, política y carbón'

Cristina Fanjul y Víctor del Reguero, autores de 'Don Vito, una historia de mafia, política y carbón'Fernando Otero Perandones

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M. Rabanillo
León

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Esta es la historia jamás contada del hombre que secuestró el futuro de las cuencas mineras y de sus gentes, con la connivencia de una sociedad adormecida y de unos políticos complacientes y oportunistas. Es la historia que Cristina Fanjul y Víctor del Reguero cuentan en ‘Don Vito, una historia de mafia, política y carbón’ (Ed. Akal), en el que describen una trama de corrupción que orbita alrededor del empresario minero Victorino Alonso, pero que tiene otros «colaboradores necesarios» como administraciones, cargos políticos, sindicatos, empresarios y la «sociedad en general» para conformar un saqueo en toda regla de miles de millones de euros de fondos públicos que nunca llegaron a destinarse a sus fines. «Es una historia de corrupción política alrededor de un ‘solucionador’ que los partidos políticos aprovechan para librarse de un problema y, a su vez, conseguir réditos», detalla Cristina Fanjul, periodista del Diario de León que, junto al historiador lacianiego Víctor del Reguero, firma una obra con la que ambos buscan que la sociedad reflexione sobre una extorsión perpetrada con luz y taquígrafos.

El libro es el resultado de una investigación de cuatro años buceando en archivos y hemerotecas y con entrevistas personales con los testigos directos del auge de Victorino Alonso desde que, el 28 de septiembre de 1994, se hiciera con la Minero Siderúrgica de Ponferrada (MSP) -con el papel decisivo del entonces presidente de Caja España, el socialista Ángel Villalba- abriendo una etapa que se cerraría «con el ‘derrabe’ de una provincia entera». A lo largo de las casi 600 páginas de ‘Don Vito...’, hay testimonios de expresidentes autonómicos, exministros, exalcaldes de las cuencas mineras, exfiscales, empresarios, sindicalistas y, por supuesto, mineros, aunque también hay ausencias de protagonistas que no han querido dar su versión, pero que dicen mucho con su silencio, como el expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien, aseguran los autores, «convirtió, con su llegada al Gobierno, un problema particular de un señor en un tema de Estado». De hecho, Del Reguero recuerda que fue el propio ZP quien condonó a Victorino Alonso una deuda de 500 millones de euros en un acuerdo del Consejo de Ministros «saltándose todos los reparos» que interpusieron desde Intervención hasta los gabinetes jurídicos del propio Ejecutivo. También declinaron hablar con los autores el exministro de Industria Miguel Sebastián y expresidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, «cómplices como todos» de que las cuencas sean hoy «una sociedad absolutamente devastada y subvencionada, sin capacidad para salir adelante», refiere Fanjul.

La obra arranca con un espectacular capítulo con ecos del ‘Watergate’. Los contactos entre el entonces director del Diario de León, Francisco Martínez Carrión, y su ‘garganta profunda’, el juez Ireneo García Brugos, que aireó a través del periódico decano los asuntos judiciales de ‘Don Vito’, con quien mantuvo hasta su muerte un enconado y público enfrentamiento. No es más que el aperitivo de cómo se pergeñó el nacimiento, auge y enriquecimiento de ‘El Capo’, como también se conoce a Victorino Alonso en los municipios mineros.

Declaraciones que refrendan los hechos

«A Victorino Alonso le ha devorado su propio personaje», señala Víctor del Reguero, sobre declive del protagonista de ‘Don Vito, una historia de mafia, política y carbón’, un empresario minero «sin escrúpulos y extremadamente inteligente», hoy en prisión, paradójicamente por los delitos medioambientales cometidos por la explotación de los cielos abiertos de El Feixolín y Nueva Julia y no por ser el artífice «de la ruina de toda una sociedad», como remarcan los autores. El libro indaga en el ‘abandono familiar’ de Alonso, que camufló para la opinión pública lo que era en realidad: «un maltratador condenado», remarca Cristina Fanjul, un personaje cuya ambición desmedida infló «el globo que no le interesaba pinchar a nadie», en palabras del fiscal Emilio Fernández.

Junto al del fiscal que llevó los principales enredos judiciales de Alonso, los autores hacen hincapié en testimonios decisivos recogidos en el libro como el del expresidente asturiano José Luis Rodríguez-Vigil; exministros como José Luis Corcuera y José Manuel Soria; la exdirectora general del Instituto para la Reestructuración de la Minería, Paloma Sendín o exalcaldes mineros como Guillermo Murias y Demetrio Alfonso, que cuentan en primera persona «cómo se ha manipulado y utilizado de manera nauseabunda el legado minero», incide Del Reguero, natural de Laciana, una de los territorios mineros arrasados hoy y sin despertar aún de la anestesia impuesta a base de subvenciones y donde aún hay gente que le defiende porque «‘Don Vito’ roba, pero da trabajo a mucha gente».

«Esto pasó hace 30 años pero sigue imperando en las cuencas la moral del esclavo, agradecido por tener un techo en el que cobijarse», como define Cristina Fanjul la «gran mentira» del carbón que se contextualiza en la obra con aristas como la sobreprotección de la minería en una España sometida a un duro proceso de reconversión; el inestimable papel ‘facilitador’ del PSOE de León que vio en el sector una máquina de hacer votos; el del PP y las administraciones que no se quisieron enfrentar a la ira del ejército de mineros con el que se arropó Alonso... y Asturias, que también fue extorsionada por un ‘capo’ como el sindicalista José Ángel Fernández Villa. Cada uno en su territorio, compartieron un régimen de «absoluto vasallaje», como remarca Víctor Del Reguero, con los trabajadores que les sirvieron de pantalla y ariete para extorsionar al país. 


Encarcelado en Soto del Real pero con los negocios en las renovables

Aunque Victorino Alonso cumple actualmente condena por delitos medioambientales en la prisión de Soto del Real, los autores del libro aseguran que su negocio sigue campando a sus anchas por los mismos territorios que expolió, a través de empresas auxiliares que actualmente se llevan los millonarios fondos públicos destinados a restaurar los destrozos que el propio empresario minero «cometió y que nunca pagó» pese a que estaba obligado por contrato al abrir cada explotación. Una vez liquidado por las bravas el negocio del carbón, los ojos de Alonso se han vuelto hacia el maná de las renovables. «Porque cuando tiene una estrategia, no se desvía nunca», sentencia Víctor del Reguero.
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