La inestabilidad del mercado ovino limita la expansión de la producción
El productor y ganadero ovino lidia con «la inseguridad» del precio por litro de leche cada año

Parte de la explotación ovina de la quesería Soterano, perteneciente a los hermanos Bernardo en la localidad de Matadeón de los Oteros.
El sector ovino supone uno de los pilares del sector agrícola en la economía de la provincia. Cada año sus productores lidian con las variaciones de los precios por litro de leche en la firma de contratos y, según denuncian distintas asociaciones agrícolas, en algunos casos por debajo de los costes de producción.
Los hermanos Bernardo Álvarez llevan elaborando, bajo el nombre de Soterano, desde hace casi veinte años, una infinidad de productos hechos con la leche de sus propias ovejas y aunque uno de sus fundadores, Carlos Bernardo, intente restar mérito a la humilde trayectoria del negocio familiar, los quesos que producen desde la localidad de Matadeón de los Oteros se pueden ver en los diferentes escaparates de la capital leonesa y algunos puntos de la península. Según indica Bernardo, son los productores de estas pequeñas queserías familiares los que sufren los vaivenes del mercado e incide en cómo gracias a la agrupación en cooperativas, como la de Covisurle a la que Soterano pertenece, «se pueden hacer frente a las grandes superficies».
A día de hoy, el precio medio del litro de leche ronda 1,40 euros, un valor que para el Soterano «está muy bien si lo comparas con los precios de hace dos años, cuando nos lo pagaban a 0,90 céntimos pero los precios son muy volátiles» y siguen generando discordia entre los productores del sector, ya que crean un clima de incertidumbre «y no sabes si va a pasar como en 2005 cuando nos la pagaron a 75/80 céntimos», explica el productor. Según los datos del último informe anual de Asaja, el número de ovejas orientadas a la producción de leche bajó un 5,6 % respecto al año anterior y los datos registrados por el Laboratorio Interprofesional Lácteo de Castilla y León (Lilcyl) indican que hubo 207 ganaderos dedicados a la producción de este tipo de leche y estiman su producción «en 49,7 millones de litros con un valor de mercado de 65 millones de euros».
«La perspectiva es que esto desaparece, porque no hay relevo generacional de ningún tipo y otro de los problemas es que, los que quedamos, estamos cansados ya y nos faltan pocos años para retirarnos», admite Bernardo, quien también recuerda que las subidas y bajadas de los precios «ahuyentan a los chavales jóvenes, que no quieren depender de las grandes marcas ni dedicar su trabajo a la expansión de grandes superficies».
La materia prima de esta ganadería ovina proviene de las ovejas de raza Assaf, una especie híbrida entre las ovejas sirias Awassi y las alemanas Milchschaf, «un cruce que nos permitió alcanzar unas producciones de hasta un millón de litros hace unos años» indica Bernardo, y concreta cómo la producción de leche tuvo que verse reducida «un poco» para poder dedicarse por completo a la venta de quesos en su totalidad. El informe anual de Asaja ha expuesto como durante el primer semestre del año los precios de compra tenían una tendencia alcista que ha terminado por corregirse a la baja en la segunda mitad, alcanzando un valor de extracto quesero del 11,07 en el mes de mayo de 2024 frente al 13,2 en el mes de noviembre del mismo ejercicio.
El valor de la venta de la carne de lechazos y corderos está estimado en unos 26 millones de euros, según indican los datos de Asaja, pero para Bernardo, «lo que no puede ser de ninguna manera es que nosotros estemos dando un cordero en 50 euros y el asador de Palencia o de Burgos o de tal, esté cobrando 80 por un cuarto», ya que a estos pequeños negocios le cuesta dinero criar a los corderos fuera de temporada. Para este productor, «sería mejor que los lechazos valieran 70 euros, pero siempre». La solución para el sector pasa por «llegar más al consumidor para no morir», asegura Bernardo Álvarez.