Una nueva galería convierte a Valporquero en el 'laboratorio geológico' de España

La cueva de Valporquero, joya natural de la provincia de León, sigue desvelando sus misterios. Durante las Jornadas de Montaña León en Primavera, celebradas en el salón de actos del Ayuntamiento de León, el espeleólogo Pedro González anunció el hallazgo de una nueva galería en esta emblemática cavidad kárstica, un descubrimiento que arroja luz sobre la compleja evolución geológica de la zona.

El nuevo pasaje está ubicado justo antes de la conocida sala de la Covona y próximo al sifón por donde actualmente fluye el agua del arroyo de Valporquero. Esta sala, de impresionantes dimensiones, con una altura de entre 30 y 40 metros, conecta con la galería recién descubierta a través de una escalada de 45 metros. Según explicó González, la galería presenta una morfología circular característica de los conductos freáticos, formados por agua a presión que talla el roca caliza, dejando marcas como “golpes de gubia” y huellas de corrientes.

La galería, de unos 80 metros de longitud, comienza con un pasillo de 40 metros que desemboca en un pozo conectado con la Sala de las Perlas, seguido de otros 40 metros que terminan en un cierre natural. González destacó que esta galería, en su momento, fue una salida del arroyo hacia el exterior, a unos 40-50 metros de la actual. Sin embargo, con el tiempo, formaciones como coladas y estalactitas obstruyeron el paso, sellando la antigua vía. Este fenómeno, según el espeleólogo, refleja la dinámica del arroyo de Valporquero, que ha ido ajustando su nivel al del río Torío, el principal valle de la zona, a lo largo de millones de años.

“El Torío ha tallado las Hoces en los últimos años, y el arroyo de Valporquero ha seguido un proceso similar, buscando descender al mismo nivel. Por eso encontramos galerías como la del Centenario, la de los Lirones y ahora esta nueva, que son vestigios de antiguos caminos del agua”, explicó González. La nueva galería, con escasas estalactitas y estalagmitas, indica una formación relativamente reciente en términos geológicos, en contraste con la Galería del Centenario, más antigua y repleta de formaciones calcáreas.

El descubrimiento no solo amplía el mapa de Valporquero, sino que desafía las interpretaciones tradicionales sobre su formación. González apuntó a la posibilidad de encontrar más galerías en niveles superiores, dado que se han detectado indicios en zonas de difícil acceso. “La cueva no es tan simplista como pensábamos. Cada galería nos cuenta una historia de erosión, adaptación y cambio”, afirmó.

Este hallazgo consolida a Valporquero como un laboratorio natural para estudiar los procesos kársticos y la evolución de los paisajes montañosos. Mientras los espeleólogos continúan explorando, la cueva sigue siendo un recordatorio de que, bajo la superficie, el tiempo geológico guarda secretos que aún esperan ser descubiertos.