Los casos de personal del Ayuntamiento en los que se habla de algún tipo de acoso son dos

El comunicado de Juan Carlos Román a propósito del despido de César Fuertes presupone que exiten razones personales en la decisión del Equipo de Gobierno por el que se rompe la relación laboral entre el sindicalista y el Ayuntamiento. Con el caso de Fuertes, son cuatro las situaciones de tensión que se han vivido en los últimos meses con el personal al servicio de esta institución y dos en los quese cita algún tipo de acoso. Así, Francisco Javier López Parada, cogió la baja por enfermedad, al padecer un síndrome ansioso depresivo, que, estima, le han originado las presiones a las que le han sometido los políticos bañezanos -y no excluye a nadie-. López parada no es el único funcionario que padece estrés, también faltó al trabajo por esta misma enfermedad otro funcionario, afiliado a CC.OO., al que, según el sindicato, el Equipo de Gobierno anterior no le aplicó el plus de productividad que se decidió conceder a los funcionarios. Y no se puede olvidar que José Cuervo, el secretario titular de la corporación, cogió la baja por enfermedad en julio -se desconoce su dolencia y, en todo caso, pertenece a su intimidad mientras no quiera hacerla pública- y no se le ha vuelto a ver por la casa consistorial. El caso de César Fuertes y el de Javier López Parada tiene dos puntos en común: en el primero se ha hablado de acoso sindical, mientras que López Parada denunció acoso laboral, y, además, fue López Parada quien, en sustitución de Cuervo, redactó este verano el informe por el que Emilio de la Mata convirtió indefinidos los contratos de varios empleados.