Diario de León

ALIJA DEL INFANTADO CARNAVAL 2003

El Gran Jurru fracasa de nuevo

El Ritual del Jurru volvió a congregar en la plaza Mayor de Alija a varios cientos de personas, que vieron como el bien derrotaba al mal, en una nueva tentativa del Gran Jurru y sus secuaces por conquistar la v

Un momento del Ritual del Jurru, que concregó otra vez a cientos de personas en Alija del Infantado

Un momento del Ritual del Jurru, que concregó otra vez a cientos de personas en Alija del Infantado

Publicado por
Alberto Domingo Redacción - LA BAÑEZA.
León

Creado:

Actualizado:

La plaza Mayor mostraba un aspecto ancestral ayer por la tarde, para recibir al público que se acercó a la histórica villa para contemplar el Ritual del Jurru. Cabañas de ramas, pilas de madera, huesos, troncos huecos... un escenario perfecto donde representar el despertar del Gran Jurru -el mal encarnado-. También hay que destacar las hospitalidad de Alija con sus visitantes, que fueron invitados a un vaso e moscatel y pastas. Así, al son de músicas tribales, se aguardaba que comenzara el rito, narrado, desde el Ayuntamiento, por el alcalde, José Antonio Prieto. Y el Gran Jurru despertó para invadir Alija y sembrar el mal. Salió de su cabaña y prendió las hogueras infernales, para dirigirse al gong y llamar a su tribu de jurrus, armados con tenazas de madera. En estos cometidos y aullando andaba la satánica criatura, que no tuvo en cuenta la humedad del césped, tropezó y cayó al suelo, perdiendo su máscara de demonio y provocando la risa de los asistentes. Tampoco acertó con el gong, ya que, en uno de los golpes, se le escurrió el mazo, con el mismo resultado que antes. Pero, al margen de contratiempos, lo cierto es que los jurrus se reunieron en el campamento despertando el espanto en todos y creando una atmósfera de sonidos de cascabel y cencerro, para que la corregidora acudiera a dar la alarma con el cuerno y dando gritos: «¡El Jurru! ¡Que viene el Jurru!», gritaba la mujer. El Gran Jurru, malo y cobarde, ataca Alija todos los años cuando los hombres están el campo, motivo por el que las mujeres -que, además, son más piadosas- fueron a rogar Doña Cuaresma su auxilio, portando el pendón de la Alija. Doña Cuaresma, ni corta ni perezosa, dejó su retiro en la iglesia de San Verísimo para, desde las almenas del castillo de los Duques del Infantado, encomendar la defensa al Birria Mayor. La lucha Los birrias -que son tres, como la trinidad y, por tanto- luchan en triángulo, dándose la espalda unos a otros- se emplearon a fondo contra la manada de jurrus, más numerosa. La desigual batalla se resolvió con el enfrentamiento entre el Birria Mayor y el Gran Jurru, con resultado favorable al primero. El cadáver del Gran Jurru se quemó en una nueva hoguera, aunque esta vez de fuego purificador y no infernal. Tras el espectáculo, se celebró una cena de antruejo que dio paso a un baile, hogueras y fuegos artificiales. Los actos continúan hasta el miércoles.

tracking