«Cada persona tiene un límite, y necesita por ello una tabla diferente»

-¿Ha cambiado mucho la concepción que tenía hace unos años la gente de un gimnasio? -Bastante, y en cierta medida se debe a la mayor información que reciben y a una sociedad que ha avanzado culturalmente. Actualmente la gente que acude a un gimnasio sabe lo que se va a encontrar y lo que realmente quiere sacar de su asistencia, en este caso mejorar o mantener su condición física. -¿Y los gimnasios? -Sí, y creo que seguirán haciéndolo, tanto en el material que se emplea como a la hora de programar ejercicios. Eso es bueno para los usuarios, los clientes pueden aprovecharse de esta circunstancia para conseguir excelentes resultados. -¿Predominan más los hombres o las mujeres? -La proporción creo que es similar, aunque poco a poco el número de hombres va creciendo, ésa es la verdad. -¿Existen límites a la hora de que una persona pueda moldear su cuerpo? -Siempre los habrá, a pesar de que la ciencia o los aparatos puedan mejorarse. Cada persona tiene unas características determinadas y un tope a la hora de moldear o mejorar su cuerpo. A veces no puede llegar donde quiere, pero sí mejorar unos apartados que a lo mejor antes no le gustaban. -Durante mucho tiempo se identificaba a muchos de los usuarios de los gimnasios con personas que llegaban a utilizar anabolizantes para mejorar su cuerpo de forma notoria, ¿sigue ocurriendo? -La gente que hoy en día acude a un gimnasio es gente sana. No voy a negar que puede existir alguna, muy poca, que quiera ir más deprisa, pero en general los anabolizantes y esteroides están casi desterrados de los gimnasios. -¿Qué gente acude a un gimnasio como el suyo? -De todo tipo. Desde los empleados de banca a los mineros, albañiles o amas de casa. Unos para mantenerse en forma, otros para mejorar su aspecto físico, etcétera. Y es que un gimnasio, hoy en día, no es sólo un lugar en el que uno puede hacer deporte sino también un centro social en el que se hacen amigos. Mucha gente lo ve así y en parte ahí radica el éxito de un centro como el nuestro. Cada uno es diferente -¿Cada persona es un mundo? -Eso está claro. Para ello a cada una le hacemos una tabla y mantenemos un control diario. -La gente que acude a un gimnasio, ¿está en forma? -Hay de todo, pero la mayor parte de los clientes tienen una base que luego mejoran con nosotros. También acuden otros, eso sí, los menos, que quieren mejorar su cuerpo porque no están nada satisfechos con él. -La publicidad en la que se muestran aparatos con los que la gente puede trabajar en casa, ¿es buena o mala? -La mayoría de las veces el que compra esos aparatos es una persona que acude al gimnasio y los utiliza como complemento. Eso es bueno. Lo que no es cuando por su cuenta intentan hacerse una tabla que a veces puede ser mala para su salud. Y es que los profesionales están para algo y son los que mejor pueden conocer los límites de cada persona. A veces, cuando no se sabe y se intenta hacer algo las consecuencias pueden ser contraproducentes para el que busca algún objetivo.