En recuerdo de Mario Núñez

Mario, te fuiste sin avisar el Martes Santo, día de la Procesión del Encuentro. Allí, en la plaza Mayor, estaban frente a frente las imágenes de Nuestra Señora de la Esperanza y del Nazareno, ambas de tu cofradía, la Vera Cruz; El pendón centenario de la hermandad apuntaba hacia el cielo en el solemne acto, hacia ese lugar desde donde ahora, con tu casi inseparable cámara de video, grababas todo lo que ocurría en la procesión. Filmabas a la Virgen, al Nazareno que tú mismo restauraste con cariño -igual que hiciste con el pendón-, a los bañezanos, que, en silencio, veían pasar el cortejo de María y su hijo, a las bandas, que marcaban el paso de los braceros con sus marchas, a la Coral del Milenario, que interpretó sus motetes... En definitiva, el martes pasado grabaste todo lo que te llamó la atención, como siempre hacías cuando salías con la cámara de video para registrar los sucesos de otros actos. Nos despedimos de ti dándote las gracias por todo. Te echaremos en falta siempre, pero en especial en Navidad, por aquellos belenes que montabas en tu casa y, sobre todo, porque ya no podrás acompañarnos en la fiesta de la calle del padre Miguélez, en la que presidías la mesa junto a Fina Luna. Recibe un abrazo de los amigos de la calle del padre Miguélez, tu calle. (*)Los Amigos de la Calle del padre Miguélez son un grupo de vecinos, que todos los años celebran una fiesta en honor de este sacerdote bañezano.