Castaño no conoce su expulsión del PP y Díez le mantiene su cargo

Evelio Castaño es uno de los tres diputados que apoyaron al presidente de la Diputación, José Antonio Díez, cuando se elaboraron los presupuestos de la Institución del 2002, que fueron objeto de dos borradores, uno presentado por el diputado de Economía, Cipriano Elías Martínez, respaldado por diez diputados, y otro por el propio presidente, que contó con el apoyo de tres. Des entonces han mantenido un pulso con el partido y en estas elecciones Castaño ha decidido presentarse a la Alcaldía de El Burgo Ranero por la nueva formación independiente Ciudadanos Independientes Unidos por León (Ciule). El presidente del PP, confirmó ayer a este periódico su expulsión automática. El diputado de Infraestructuras confirmó ayer tras el pleno de la Diputación su interés de «seguir siendo fiel a unos compromisos que he adquirido» con el PP hasta que finalice la legislatura y agregó que «el día que esos compromisos finalicen se acabó la historia». «Si alguien tiene que notificarme algo debe hacerlo por el conducto reglamentario y no lo debe hacer por el boletín oficial del aparatito», señaló en referencia a este periódico. Anunció que presentará alegaciones o dirá lo que deba decir cuando se le comunique la expulsión y añadió que no pensaba pedir la baja ni explicar sus razonamientos para abandonar el PP hasta el fin de la legislatura. «Sigo siendo fiel a unos compromisos» y a quienes le votaron durante ocho años. Reconoció que siempre había sido «un poco especial» y que durante dos legislaturas fue diputado, con apoyo sólo de la agrupación comarcal de Sahagún, en contra de los dos dirigentes del partido entonces, Miguel Pérez villar y Mario Amilivia: «Siempre defenderé la transparencia y el trabajo bien hecho, no el de pasillo y las cortinas y eso a veces es incompatible con lo que tratan de imponer algunos señores». Por su parte, el presidente de la Diputación, a pregunta directa del PSOE sobre si deben seguir dirigiéndose a Castaño para asuntos de infraestructuras, respondió: «Por supuesto que tendrá que seguir hablando con él». Díez mantiene así su pulso e indisciplina con la cúpula del PP leonés y desoye otra vez las indicaciones que hace el partido.