Los retenes de vigilancia sólo disponían de picos y palas, según la defensa

El escrito de conclusiones provisionales de la defensa señala que los retenes de vigilancia, que fueron constituidos después del primer conato de incendio que se extinguió por sí solo, «estaban preparados para atacar el fuego...con el único material de que disponían -picos y palas-, pues no existe en ningún batallón dotacion orgánica específica para la lucha contra incendios». La representación defendió la actuación de los dos militares en todo momento, y aseguró que «la utilización del Misil Contra Carro Milan fue comunicada» a la comandancia del campo de tiro «antes de la realización de los ejercicios». Además, indicó que «las maniobras fueron suspendidas definitivamente en cuanto se produjo el incendio». Estas dos últimas afirmaciones contradicen las tesis defendidas en tal sentido por el Ayuntamiento de Luyego de Somoza, personado en el proceso. El letrado solicitó el sobreseimiento libre de la causa y la absolución de sus defendidos, por considerar que su comportamiento no fue constitutivo de delito. Además, reclamó el interrogatorio de los imputados, que el Madoc explique por qué adelantó las maniobras, y que el tribunal pida al servicio de Medio Ambiente de la Junta copia del Plan de Lucha Contra Incendios aplicado en dicho siniestro, por considerar que en aquel momento no estaba homologado ante la Comisión Nacional de Protección Civil. Finalmente, pidió una explicación técnica de cómo influyen las condiciones meteorológicas en el uso del misil contracarro Milan.