El Pleno da luz verde al estudio de viabilidad del museo etnográfico

Los grupos municipales en el Ayuntamiento de La Bañeza se mostraron a favor de iniciar un expediente que determine los distintos requisitos que debe reunir el que será, si llega a abrir sus puertas al público, el primer museo de la ciudad promovido por una institución pública. En el pleno extraordinario que se celebró ayer, la corporación decidió por unanimidad iniciar el expediente para la creación del museo de la indumentaria y la joyería de La Bañeza y su comarca. El concejal de Cultura y portavoz del grupo socialista, Tomás gallego, explicó a los grupos que existe ya un anteproyecto de estatutos por los que se regiría una fundación que creará la familia Carbajal-Cavero, propietaria de la piezas que formarían la muestra. Por otra parte, el Ayuntamiento cedería la Casa de la Cultura y se haría cargo de la adecuación del edificio, el mobiliario y los gastos que no pueda sufragar la fundación. Lo fundamental del expediente que ahora se inicia es «determinar los costes de la puesta en funcionamiento del museo y los de mantenimiento», según el portavoz socialista, además de aspectos como la seguridad de las instalaciones, el personal -si depende del Ayuntamiento o de la fundación-, y la conformación de los propios órganos de gobierno de la fundación, punto en el que, según el edil, las administraciones públicas tienen como costumbre controlar la presidencia, mientras que el director lo nombraría la fundación. Otro aspecto que se estudiará es la duración del convenio entre el Ayuntamiento y la familia, así como el proceso que se deberá seguir en caso de que éste se extinga. El Ayuntamiento ha solicitado ya a la Junta, en una convocatoria sobre nuevos yacimientos de empleo, la plaza de un técnico para este museo. Concurso público En el debate sobre la contratación del bar de las piscinas municipales, el PSOE hizo valer sus votos para sacar su propuesta adelante, en la que contempla un período de concesión de diez años, con un canon anual que se debe abonar al consistorio de 6.000 euros y la apertura del servicio de bar y restaurante a lo largo de todo el año, al estimarse que la construcción de la piscina climatizada y la zona deportiva aportarán clientes al servicio. Los grupos de la oposición estimaron excesiva la duración del contrato y propusieron que se rebajara a cinco años, con posibilidad de prórrogas tácitas.