Las daños han obligado a varios agricultores de la comarca a sembrar de nuevo sus tierras
Denuncian ante la Guardia Civil los ataques de los cuervos a los maizales
Soto, Villamontán, La Bañeza y Palacios son los municipios más afectados por este problema
Los afectados aseguran que los espantapájaros no dan resultado con un pájaro acostumbrado al hombre
No es una historia de terror, como la que relataba Alfred Hitchcock en Los pájaros , pero tiene muy preocupados a los agricultores de Soto de la Vega y su argumento también se refiere a los ataques de los pájaros -en esta historia, cuervos-, pero no a personas, como en el largometraje, sino a plantaciones de maíz. El caso es que en los últimos diez días el puesto de la Guardia Civil en La Bañeza ha recibido dos denuncias por daños causados por los cuervos en plantaciones en las que había comenzado a crecer el maíz e incluso en las aún no había aflorado. Sólo hay dos denuncias, pero son muchos los agricultores que han sufrido daños y se comenta que los córvidos andan este año más voraces que en ningún otro. En ocasiones, se ha tenido que resembrar las tierras, con el coste económico que esto supone -unos 200 euros por hectárea, según algunas fuentes-. En total, este periódico ha podido saber que el número de hectáreas de maizal que ha habido que arar de nuevo ha sido de alrededor de 15 y se desconoce si han sido más. También se ha sabido que los córvidos han ocasionado daños en explotaciones de los términos municipales de Palacios, Villamontán y La Bañeza -en la pedanía de Santiago de la Valduerna-. José Antonio Santos Fernádez, vecino de Huerga de Garaballes, es uno de los agricultores denunciantes. Manifestó que los daños que produjeron estas aves en su media hectárea de plantaciones de maíz rondan los 900 euros y que el motivo de haber presentado la denuncia se debe a que «si no nace el maíz la Junta de Castilla y León me puede penalizar en la PAC entre un 3% de la superficie y el total». Agentes del puesto bañezano comprobaron los daños causados y el jueves por la tarde José Antonio Santos procedió a sembrar de nuevo. Santos aseguró además que «llevo una semana levantándome a las siete de la mañana para proteger el maíz», lo que consigue en parte dejando en las tierras vehículos con la radio encendida. El agricultor señaló además que «el cuervo común no está protegido, se puede cazar, pero sí lo está la corneja». José Francisco Santos Juárez, vecino de Santa Colomba de la Vega, se personó hace ocho días en el cuartel de la Guardia Civil para denunciar una situación similar: «Lo cierto es que los cuervos llevaban dos años sin dar guerra, pero ahora han causado mucho daño».