El Bocyl confunde el nombre de las mantecadas y el de su consejo

El Boletín Oficial de Castilla y León ( Bocyl ), que ayer publicaba la orden de protección transitoria de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Mantecadas de Astorga y de creación de su consejo regulador, empleó en nueve ocasiones el término «mantecados» para referirse a este dulce, y sólo en una la denominación correcta. Además, utilizó en dos ocasiones la palabra «mantecadas» sin indicar procedencia. El presidente del consejo que agrupa a los fabricantes, José Arévalo, confirmó ayer a este periódico que, puesto en comunicación con la Junta de Castilla y León, ésta atribuyó el equívoco a un error de impresión del boletín. Arévalo dijo haber notificado el fallo a la persona encargada de las figuras de calidad que, según su versión, lo conocía de antemano. Además, apuntó que la administración autonómica le había notificado que ayer mismo remitió una comunicación para que el Bocyl corrija el error mediante una nueva inserción. «Yo lo tomé como un error de impresión, no puedo verlo de otra manera, porque la Junta sabe perfectamente cómo son las mantecadas», explicó ayer Arévalo, que aseguró que el fallo «no afecta en ningún caso al proceso de creación de la IGP, que ya está terminado, con la finalización de la creación del consejo», dijo. En las próximas semanas, esta entidad nombrará un vedor que, como técnico, supervisará el cumplimiento de los requisitos que determinan los ingredientes y el proceso de fabricación de las Mantecadas de Astorga, que están fijados en su reglamento. Las industrias deberán también decidir cómo realizar el marcaje del producto para ser comercializado como IGP, indicó. Protección frente al fraude El Bocyl daba cuenta ayer de los casos en los que la utilización de la IGP Mantecados - Mantecadas para el lector- de Astorga queda protegida frente a un posible uso fraudulento o irregular de aquélla, por parte de empresas no amparadas por el consejo o para nominar productos que no cumplen las normas de fabricación. Además, el boletín hacía oficial la creación del consejo regulador, y designaba a esta entidad «como órgano competente para controlar que los productos que utilicen» la mencionada Indicación Geográfica Protegida «cumplan los requisitos establecidos en su reglamento». Este último documento, además, determina la constitución, competencias y normas de funcionamiento del consejo. La inserción del Bocyl finalizaba anunciando que la orden publicada sería remitida al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación para su correspondiente ratificación.