Diario de León

| Reportaje | Un vistazo al subsuelo |

La mítica ciudad subterránea

Las excavaciones revelan de forma constante nuevos datos sobre la importante red de cloacas trazada por los romanos, algunas de las cuales aún permanecen en uso

La imagen muestra un momento de los trabajos de excavación en un solar de la calle Alonso Garrote

La imagen muestra un momento de los trabajos de excavación en un solar de la calle Alonso Garrote

Publicado por
Maite Almanza - astorga
León

Creado:

Actualizado:

La capital maragata, fundada hace más de dos mil años a partir de un asentamiento militar de la Legio X Gémina, es un pozo inagotable de sorpresas. Cada excavación arqueológica derivada de la urbanización de un solar permite ir completando el mapa urbano de la ciudad romana: manzanas, calles, construcciones privadas y públicas, y, quizá lo más sorprendente para los no iniciados, una red de colectores por la que ya los ciudadanos de la época se deshacían del agua una vez utilizada. Curiosamente, algunas de esas cloacas aún son empleadas por los actuales pobladores de la antigua Astúrica Augusta. Podemos encontrar un ejemplo en el estudio de un solar en el número 5 de la calle Alonso Garrote. El arqueólogo José Ignacio Murillo rastrea el subsuelo que, meses y años atrás, analizaron a escasos metros otros colegas, como Ángeles Sevillano, Milagros Burón o Luis Miguel Villadangos. La finca contiene diversas estructuras habitacionales, probablemente de una construcción doméstica, asociadas a las cuales la excavación dejó ver una cloaca adintelada en sentido Noreste-Suroeste, y otra oblicua a ésta, de similares características. Mientras, el solar colindante fue excavado a finales de los años noventa, y reveló tres calzadas romanas superpuestas, la inferior de las cuales estaba vinculada a otro colector. A su vez, éste discurría en perpendicular a una canalización localizada tiempo después en una finca cercana de la calle García Prieto, en la medianera entre casas. Mientras, años antes, y en un solar colindante a éste último, fue documentado otro colector adintelado que, según los técnicos, correspondería a una fase constructiva de la época fundacional de la ciudad. Unas cloacas desembocan en otras, lo que permite intuir cuál de ellas era la principal y cuáles las secundarias durante las distintas épocas en las que permanecieron en uso. De forma paralela, la realización paulatina de excavacaciones en la mencionada zona de Astorga ha permitido intuir la red viaria romana, y la existencia de diferentes manzanas de construcciones asociadas a esas calles. En concreto, en el área actualmente en estudio, la antigua calle discurriría en paralelo con la contemporánea aunque por el interior de la finca. El entorno de las calles García Prieto y Alonso Garrote es significativo para el estudio de Astúrica Augusta por cuanto constituye uno de los pocos emplazamientos de la ciudad en el que los técnicos han podido documentar un mosaico. La arqueóloga municipal, Ángeles Sevillano, encontró en una finca abocada al primer vial citado los restos de un pasillo pavimentado con un mosaico de teselas blancas y negras, al parecer asociado a unas estancias de una construcción cuyos usos aún no parecen claros. Este resto fue localizado también en una finca colindante, durante una excavación realizada ya hace algunos meses a cuyo término la Junta de Castilla y León anunció su intención de retirar el mosaico para su posterior exhibición al público en museo, con una técnica que permita la extracción sin dañar las teselas superficiales. El hallazgo es más singular si se tiene en cuenta que en la confluencia de las cercanas calles Pío Gullón y Marcelo Macías apareció hace años la denominada Casa del Gran Peristilo, una vivienda de alto nivel, y que a pocos metros de esta zona, en la plaza Modesto Lafuente y la calle Santiago Crespo, están ubicadas las Termas Mayores. Mientras, y como otra particularidad de la zona, el servicio territorial de Arqueología de la Administración autonómica recomendó también hace unos meses la conservación de una franja de cerca de diez metros de anchura, paralela a la actual calle Alonso Garrote, bajo un vidrio. La medida, hasta la fecha inédita en la ciudad, permitirá preservar una calzada enlosada y una cloaca, que serían visibles por el público en el bajo del futuro edificio que el promotor construirá en la finca y, al mismo tiempo, proteger los intereses de éste.

tracking