De los dieciséis focos del jueves, aún había cinco pendientes de extinguir
Los 16 incendios forestales que afectaban a la provincia desde la noche del 22 de junio están ya controlados según la Consejería de Medio Ambiente, cuyas primeras estimaciones revelan que las llamas han consumido más de 630 hectáreas de pino, encina y matorral. Entre los diferentes focos causados por la tormenta seca, el que evolucionó hasta convertirse en el incendio más grave de las últimas horas fue el declarado en la localidad leonesa de Quintana de Castillo, donde se quemaron 400 hectáreas de pino y matorral y donde se declararon otros dos fuegos de menores dimensiones, ya controlados. Otros de los incendios que afectaron a una extensión mayor de terreno son los de San Miguel de Arganza, donde las llamas arrasaron 30 hectáreas, quince de pinar y quince de matorral, y los dos declarados en Villaviciosa, que consumieron 200 hectáreas, de las que 100 eran de pinar y las otras 100 de matorral. Los fuegos que ya se encuentran controlados por el servicio de extinción de incendios son los declarados en Curueña, San Miguel de Arganza, Folgoso-Boeza, Ferral de Bernesga, Los Barrios de Nistoso, uno de los producidos en Villaviciosa y el de Quintana de Castillo, según las mismas fuentes. Además, están extinguidos los declarados en Andarraso, el otro de Villaviciosa, Foncebadón, La Robla, Villagatón, Montealegre y Nurias de Ponjos. La Consejería de Medio Ambiente informó también de que la tormenta seca también provocó incendios en las provincias de Avila, Burgos y Zamora, que se encuentran ya «totalmente controlados». En el caso de los declarados en los municipios abulenses de Cuevas y Hoyos del Espino, se trató de conatos de incendio que no superaron la hectárea de superficie afectada y que ya están extinguidos. En Burgos el incendio se produjo en la localidad de Hacinas y en Zamora en las de Muelas de los Caballeros, Montbuey, Alcubillas de Nogales y Fresno de la Carballeda, todos ellos extinguidos. La Administración autonómica informó de que, entre la noche del 22 de junio y la madrugada de ayer, el servicio de Medio Ambiente llegó a contabilizar hasta 6.600 rayos, de los que 1.670 cayeron en la provincia de León, según los datos oficiales.