Cistierna: la magia de una vía rápida

EL ANUNCIO DEL presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de poner en marcha de una vía rápida entre Cistierna y Mansilla ha creado más de una herida entre algunos políticos del PP y del PSOE que han sabido callar porque estamos en periodo electoral y no les ha quedado más remedio que llorarlo en la intimidad o en las semitertulias de tabernas. Este proyecto fue calificado hace muchos meses de locura por estos personajes que se incrustan en los partidos políticos para saborear las mieles de su egocentrismo desoyendo lo que significa el bien común y refugiándose en organismos como Armi. La idea de esta vía rápida surgió en el verano de 2004 en el seno de la ejecutiva local de la UPL de Cistierna que un mes más tarde la llevó en forma de moción al pleno. La propuesta quedó dormida y Cistierna y el PSOE en el gobierno, que tenía que haber capitaneado esta reivindicación, hizo oídos sordos. Pero claro, ahora es distinto porque ha hablado Zapatero. El debate sobre el nuevo plan del carbón puso sobre la mesa ha necesidad de llevar a cabo grandes proyectos. Y las voces políticas seguían callando hasta que tomó la iniciativa el sindicalista y alcalde socialista de Prado de la Guzpeña, Manuel Mesa, y recuperó la reivindicación de una autovía desde Cistierna a Mansilla. Tuvo que soportar descalificativos, sapos y ranas de los suyos y de los otros. Pero no cesó en su intención mientras por detrás le seguían lloviendo todo tipo de calificativos. Estaba convencido de poder arrancar este compromiso a la administración central y así lo demandó en cada reunión del sindicato UGT. Sorprendentemente la voz del «amo» llegó desde Madrid y dijo: «Hagas pues y que sea vía rápida». Y todos callaron, a pesar de haber renegado antes. Silencio, se dijeron, que estamos en año electoral y el que se mueva ni ocupa sillón ni recibe sueldo de corbata holgazana, que la palabra ahora se mide en votos y no en ideas. Lo lamentable es que en el PSOE de Cistierna callase, cuando tenía que haber sido el abanderado de esta y otras reivindicaciones. Se ha dejado en el olvido el espíritu luchador y reivindicador del antecesor sindicalista y alcalde, Carlos Álvarez, y ha tenido que ser otro sindicalista, Manuel Mesa quien tome su testigo para recordar a los políticos de la comarca que hay que despertar y exigir por encima de partidos. A Cistierna aún le queda mucho por reivindicar ya que mientras otros luchan por evitar el paso de una autopista de alta tensión aquí se sigue viviendo del cuento y dormitando entre sillones de piel barata y parafernalia de esperpento. ¡A mandar que son dos días o tres, que hoy es fácil engañar con sorna de fachada y verborrea supina!.