De Goya a los juegos reciclados

Con la quema de una colección de fuegos artificiales concluyó la pasada medianoche una nueva edición de las fiestas de Santa Marta, en las que lo más destacado del fin de semana ha sido la denominada Noche Larga, del sábado al domingo, y el Ars Via, un conjunto de espectáculos en la calle para todos los públicos. Los astorganos han podido disfrutar de Jokulandia, que convirtió la plaza de Santocildes en una gran sala de juegos, donde el público se entretuvo con ingenios mecánicos, construidos con objetos desechados y con la habilidad como medio para alcanzar el objetivo: desde el tradicional lanzamiento de anillos sobre un viejo cono de tráfico o los brazos de un candelabro a un futbolín en el que la pelota se impulsa con el aire de un fuelle fijo, que puede girar, con el objetivo de dirigir la bola. Bicicletas y triciclos, viejos focos de pabellón polideportivo, un trineo estropeado, juegos de poleas y hasta un fregadero metálico, combinados con pelotas e imanes, se convierten en excelentes herramientas para demostrar la habilidad de cada uno, con equilibrios, encestes y tiros al blanco. Mientras, por distintos puntos de la ciudad, aficionados a la música amenizan las tertulias de las terrazas de los bares, antes de que el público se agrupe para ver a Jesús Fornies, un malabarista cómico que empezó vistiéndose para la actuación dentro de un saco y acabó manejando cinco balones de fútbol con las manos a un mismo tiempo. Pintura viva Muy concurrida fue la exposición Un Paseo por el Arte, que reunió en el Jardín de la Sinagoga los cuadros de Goya, Degas y Picasso, Sorolla y una ilustración de Saint Exupéry que desfilaron el Sábado de Piñata. La iniciativa gustó y se le encontró acomodo en el Ars Via. Dispuestas en dos líneas, mientras los personajes de los cuadros de una de ellas adoptaban su pose, al otro lado los protagonistas pictóricos descansaban de su quietud en posiciones realmente difíciles para algunos de ellos.