Clarines y timbales anuncian, al alba, el drama en Ponferrada
El Viernes Santo es el día más largo para los nazarenos ponferradinos. Desde tiempo inmemorial, al amanecer, grupos de cofrades de la Hermandad Jesús Nazareno -”vestidos de túnica negra-” recorren la ciudad con sus clarines y timbales convocando a todos los hermanos con un toque lúgubre que anuncia el drama de la Pasión. Tras ello, a las 9.00 horas arranca la procesión del Encuentro de la iglesia de San Andrés. El mayordomo de la hermandad camina a la cabeza, solo, y tras él, en fila de uno, el resto de cofrades, de negro y con una cruz de madera sobre el hombre izquierdo. Así hasta la llegada a la Basílica de la Encina, donde tiene lugar el encuentro entre Jesús, la Soledad y San Juanín. Pero previamente, todos los nazarenos entran uno a uno en la basílica para hacer la venia al Santísimo.
A las 17.00 horas comienza el Desenclavo en la Encina. El alcalde entrega la llave que recibió ayer y comienzan los oficios, tras los cuales se procede al desenclavo del Cristo Crucificado que yace en el altar mayor. La imagen se introduce en la urna y sale a la calle en lo que ya es la procesión del Entierro. De la iglesia de San Andrés parten los nazarenos vestidos de negro ellos y con mantillas ellas, mientras que en la plaza de la Encina las vestimentas son blancas. En el Entierro participan los trece pasos de la capital berciana -”Oración en el Huerto, Flagelación, Ecce Homo, Verónica, Jesús Nazareno, Cristo de la Esperanza, Calvario, La Lanzada, Piedad, Cruz Desnuda, Conducción al Sepulcro, Sagrada Urna y Nuestra Señora de la Soledad-”.