Sobrevivir a la búsqueda del destino

Un puesto fronterizo entre Irán, Pakistán y Afganistán, donde azota el viento de los ciento veinte días. Hasta allí llegan Bul Bidi y su amada, sometida a un matrimonio no deseado y ahora acompañada del joven del que está enamorada. Pidieron cobijo. «Con el nacimiento del hijo, dio la impresión de que también la pareja desterraron sus temores».

Pero un día se vieron obligados a abandonar el fuerte. Eran perseguidos por el padre y el marido de la muchacha, que acabaron con su vida. Sólo quedó el hijo, Tor Baz, el halcón errante, que, como tal, tendrá que aprender a sobrevivir en las diferentes circunstancias que se le irán presentando, hasta encontrar su propio destino. Se trata de «una novela llena de una delicada sensibilidad y de exquisitas descripciones de estas tierras fronterizas. Trufada de pequeñas historias cuyo hilo conductor es Tor Baz, la habilidad fabuladora de Jamil Ahmal (Jalandhar, Punjab, Pakistán, 1933) nos sumerge en un mundo anclado en el pasado que no entiende de fronteras, y donde la generosidad, la hospitalidad, la lealtad y la heroicidad conviven con la crueldad, los odios tribales, las venganzas y las incomprensibles tradiciones que afectan al honor y a la sumisión de las mujeres».

Narrada la historia —más bien las historias tramadas que convergen en la principal— con un lenguaje pulcro y preciso, de gran riqueza y sugeridor, siempre con un tono de misterio, el lector puede, además, acercarse a un mundo para nosotros tan alejado como es el desierto, por aquellas lejanas tierras montañosas y por la cultura ancestral de las tribus que las habitan. Su autor las conoce muy bien, pues a sus misiones diplomáticas une la de haber sido delegado del gobierno en la zona fronteriza con Afganistán, donde convivió y se impregnó de la cultura y costumbres de las tribus que habitan estos territorios. No es de extrañar, o al menos no extraña a quien firma estas líneas, el dibujo perfecto de no pocos personajes, algunos verdaderamente deslumbrantes.