Una mujer en busca de una identidad

A Marta del Riego le gustan las mujeres. Sostiene que están en un momento muy interesante de la historia y, sobre todo, tienen más contradicciones. Su indagación en el universo femenino y un ‘halo’ invernal que sopla desde el Noroeste —como evocación a La Bañeza, su localidad natal— son la tarjeta de visita de la redactora jefe de la revista Vanity Fair en su faceta literaria.

Del Riego publica ahora Mi nombre es Sena (Editorial HarperCollins), su tercera novela, ambientada en el Berlín del año 2000, una ciudad en la que la propia escritora vivió durante cinco años. Con una novela por trienio, tras Solo los tontos creen en el amor (2010) y Sendero de frío y amor (2013), ahora tocaba una historia que Del Riego llevaba fraguando desde hace años. Sena es una española casada con un alemán de clase alta que ha huido al país germánico para dejar atrás un pasado oscuro. La protagonista —cuenta la autora— tratará de construirse una nueva identidad. En su camino se cruzará Yuri, un misterioso judío, con el que vivirá una historia de amor. Así que todo ese mundo que se había construido se vendrá abajo, porque no es tan sencillo que ni ella ni Yuri se deshagan de su pasado.

El personaje del judío obedece a una fijación de la escritora por esta cultura y al hecho de que vivió un año con una familia judía ortodoxa en Londres. Y es que casi nada es casual en el libro. Es como si la autora hubiera ido coleccionando experiencias, aventuras y personajes y ahora los desplegara en una historia que es un triángulo amoroso, un thriller y un libro de viajes. Una suerte de ‘muñeca rusa’ en la que el lector tiene que adentrarse capa a capa, de la mano de una prosa limpia y directa.

Del Riego eligió Berlín en un momento muy especial de la historia reciente de Alemania. Es el año del cambio de embajadas y del traslado de muchas instituciones, un momento eufórico. Una novela que, como explica la autora, «juega con muchos géneros» y que ella resume como «la historia de una mujer en construcción». De ahí el paralelismo con un país y una ciudad que también están cambiando; y en un momento de cambio como es la Nochevieja del comienzo de un milenio.

Para Del Riego Berlín es una ciudad muy especial, «con un encanto oculto, no tan aparente como París». De hecho, Berlín es prácticamente un personaje en la novela. Una ciudad con un pasado trágico y llena de cicatrices. «Cuando yo llegué, casi una década después de la caída del muro, todo estaba por hacer». Y a Marta del Riego le impresionó que en el corazón de la vieja Europa hubiera una ciudad a medio hacer, por descubrir, con ruinas de guerra...

Si hay algo que define a las protagonistas de las novelas de Marta del Riego es que son mujeres que no acaban de convertirse en adultas. «Se hacía llamar Sena, aunque su verdadero nombre era Eugenio. Pero era un maldito nombre impronunciable para cualquiera que no hablara español. Así que en Berlín todo el mundo la llamaba Sena....».

Aunque aún no tiene cerrada la fecha, Del Riego adelanta que presentará la novela en León, como ya hizo con las dos anteriores.

Lectora de Gamoneda, Colinas, Llamazares, Luis Mateo Díez y Andrés Trapiello, Marta del Riego ha viajado mucho y ha conocido a personajes «increíbles». Por trabajo, pudo acompañar a Tony Blair en su jet privado de Bruselas a Estocolmo y luego a Londres. En la capital sueco el entonces primer ministro británico le presentó a Bill Clinton y pudo conversar con ambos.