Diario de León

Lancia Ypsilon. diseño... utilitario

El que fuera urbanita de culto, vuelve a los catálogos del fabricante italiano Ahora con 5 puertas, sin perder un ápice del virtuosismo estético que lo hizo célebre, el nuevo Ypsilon ofrece una larga lista de equipamiento y posibilidades de per

El diseño vuelve a tomar carta de naturaleza en el renacimiento del Ypsilon.

El diseño vuelve a tomar carta de naturaleza en el renacimiento del Ypsilon.

Publicado por
JAVIER FERNÁNDEZ
León

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El renacimiento. Pequeño y con estilo, es lo único que no cambia en la filosofía del renacentista Ypsilon que Lancia vuelve aponer en catálogo; todo lo demás es nuevo, incluidas las cinco puertas -cuatro laterales y portón trasero- que ahora luce la silueta del preciosista urbanita transalpino.

Como queriendo sumarse a la celebración de los 150 años del nacimiento de Italia como estado moderno, Lancia propone «al mundo» la cuarta reinterpretación de uno de los utilitarios más pijos -dicho sea con todo el cariño, por supuesto- que hayan salido últimamente de las mesas de diseño o de las pantallas de ordenador... por mejor decir.

Más grande y con cinco puertas, el Ypsilon rinde también culto a las no menos recientes alianzas del Grupo Fiat -"Lancia incluida-" con la estadounidense Chrysler (en Gran Bretaña e Irlanda se venderá con ese logo ), en tanto en cuanto hace gala de un ampuloso frontal «barrado» que se convierte en el rediseñado scudetto de la marca fundada hace ya más de un siglo por Vincenzo: 3,84 metros de longitud y 245 litros de maletero, en un envoltorio de lo más glamouroso y con, además, una elevada arquitectura que facilita tanto el acceso al interior como la postura de conducción.

Es verdad que los tres centímetros suplementarios de longitud quizá no sean determinantes, como tampoco la batalla, que mantiene invariable la distancia entre ejes respecto a la anterior generación, mientras sí que resultan significativos la treintena de litros a mayores que ahora tiene el maletero, por mucho que se hayan ganado a costa de prescindir de la rueda de repuesto -ni siquiera de emergencia-, que el fabricante sustituye por un kit reparador de pinchazos.

En el plano estético, el nuevo Ypsilon bebe en las fuentes del también renovado Delta, sobre todo -insistimos-, por la generosa parrilla frontal «marca de la casa» y la adopción de unos singulares grupos ópticos traseros, en forma de boomerang que enmarcan el portón e «invaden» buena parte de las aletas posteriores. Las escamoteadas manillas de las nuevas puertas zagueras y el techo acristalado panorámico, redondean un bello conjunto.

Consecuencia: el nuevo Ypsilon no pasará desapercibido.

Tampoco en su interior: pomo de palanca de cambios integrado en una futurista consola que luce un centralizado conjunto de relojes, volante de tres radios con gran núcleo central, asientos de marcadas formas anatómicas, buenos ajustes y materiales de calidad. También aquí la estética continúa manteniendo alto el listón.

Como en otros «urbanitas de diseño» firmados por el consorcio automovilístico italiano (el 500 de Fiat o el MiTo de Alfa), también aquí la personalización se convierte en objeto de deseo: carrocería bicolor, faros oscurecidos, diferentes carcasas para los retrovisores exteriores, llave de contacto adornada con cristales Swarovski y hasta tapicerías «a la carta».

En su primera fase de lanzamiento, la nueva gama Ypsilon contará con dos motores de gasolina y un turbodiésel, que llegará un poco más tarde, hacia finales de año.

Entre las dos mecánicas de gasolina la guinda es el reciente bicilíndrico compacto turboalimentado TwinAir de 0.9 litros y 85 CV, que puede asociarse opcionalmente al cambio de embrague pilotado y cuyo consumo medio se cifra en 4,2 litros. La segunda posibilidad es el ya más conocido 1.2 litros de 95 CV, que gasta 4,9 de media por cada centenar de kilómetros.

Además de la mencionada opción de cambio, los tres motores se unen a cajas de cambio manuales de 5 marchas.

La versión de gasóleo es el 1.3 MultiJet (turbodiésel de rampa común) que rinde 95 CV y gasta 3,8 de media. Una mecánica especialmente silenciosa y elástica, que propicia excelentes recuperaciones desde los regímenes más bajos del cuentavueltas.

La boca de llenado del depósito de combustible prescinde ahora del tradicional tapón -la propia tapa del depósito hace las veces-, una curiosidad técnica añadida, aunque las aplicaciones más significativas en el capítulo de optimización técnica hay que buscarlas en la adopción del sistema «Start&Stop» (arranque/parada automática del motor en detenciones prolongadas), bomba de agua de caudal variable, alternador inteligente, neumáticos de baja fricción y un práctico indicador de «marcha ideal» en el cuadro de instrumentos. Dado que los tres motores emiten menos de 120 g/km de CO 2 , el Ypsilon está exento del Impuesto de Circulación.

La gama Ypsilon se conforma en torno a tres acabados: Oro, Plata y Platino.

Desde el escalón de acceso, se ofrece de serie el aire acondicionado, ESP, ayuda al arranque en cuesta y radio con CD. Mientras en el capítulo de opciones se ofrecen elementos de segmentos superiores, como los faros de xenón o el innovador sistema «Magic Parking» para estacionar en línea «automáticamente» en huecos que midan 80 centímetros más que la longitud total del Ypsilon.

En fin, que un cuarto de siglo después de aquel Y10 que viera la luz en el Salón de Ginebra de 1985, llega el redivivo Ypsilon, heredero también de aquella segunda generación Lancia Y (1996) y, sobre todo, de la tercera entrega que, en 2003 adoptaba la denominación Ypsilon y que también conocería un ligero restyling tres años después (2006), versión que seguirá compartiendo catálogo hasta finales del presente año con esta cuarta generación que ahora salta a la palestra.

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