Medio siglo...
50 años de la silueta más famosa entre los deportivos. Considerado «el deportivo» por excelencia, pocos automóviles pueden presumir de una tradición y una continuidad tan dilatada. Entusiástica inspiración desde su debut en1963 como 901, el iconográfico «nueveonce» ha acabado por convertirse en toda una referencia mundial
Cinco décadas. Eje sobre el que han girado -y giran- todos los demás modelos de la marca de Stuttgart, cada Porsche que se lanza al mercado lleva, en mayor o menor medida, «algo» del ADN nueveonce, con lo que el modelo ha acabado por convertirse en alma mater de los catálogos del fabricante, desde el Cayenne al Panamera, por poner un par de los más alejados ejemplos filosóficos en los catálogos de Porsche.
Reinventado en cada una de sus siete generaciones por los ingenieros de Zuffenhausen y Weissach, el nueveonce supera ya las 820.000 unidades contabilizadas en su haber hasta la fecha por el sucesor, en 1963, de aquel pionero 356 que marcaría el camino a nuestro protagonista.
Eso, por no hablar de que el 911 ha acabado por reconciliar, como pocos, dos conceptos -aparentemente- autovilísticamente contrapuestos: deportividad y practicidad de uso diario; y, en otro orden de cosas, tradición e innovación, diseño y funcionalidad; amén de otro par de aspectos no menos significativos: exclusividad y aceptación social, incluso en épocas en las que la industria automotriz no atraviese por uno de sus mejores momentos comerciales.
Así, cada generación, cada una de la siete en la longeva trayectoria del modelo, ha escrito también una historia propia, indisolublemente unida a la historia general de su fabricante.
Junto a sus líneas clásicas, y todavía «únicas» en sus cinco décadas de vida comercial, el nueveonce se ha distinguido siempre por la adopción de tecnologías innovadoras, la mayoría de las cuales se han estrenado —o derivan— en las pistas de carreras.
Comprometido desde sus inicios con las prestaciones, el 911 ha convertido las carreras en su mejor —y más exigente— laboratorio de ensayos: dos terceras partes de las 30.000 victorias deportivas conseguidas por Porsche… las ha firmado el 911.
Ahora, el quincuagésimo aniversario del nueveonce, se convierte en el eje sobre el que girarán las celebraciones de la marca durante el presente año 2013.
De la exposición «Retro Classics» en Stuttgart a la monográfica muestra en el Museo Porsche («50 años del Porsche 911», entre el 4 de junio y el 29 de septiembre) con cuatro protagonistas de excepción en el desarrollo y en la trayectoria estilística y productiva del nueveonce: una de las primeras unidades 911 Turbo, el prototipo del Cabriolet de 1981, una versión de calle 911 GTI de 1997 y un preserie del Type 754 T7; nada menos que el chasis personalmente realizado por Ferdinand Alexander Porsche, hijo del patriarca, que marcaría todo un hito en el camino del diseño… hacia el 911.