Diario de León

El Fiesta se viste «de carreras»

Ford propone todo un «divertimento» en clave deportiva. La combinación de la filosofía EcoBoost (180 CV) y un chasis «para disfrutar», da como resultado un dinámico y sugestivo Fiesta ST. Su tarifa se cifra en 21.500 euros.

Publicado por
j. f. zardón
León

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Compacto deportivo. Carrocería musculada, tres colores (rojo, naranja y azul) y una altura rebajada en 15 milímetros.

El Fiesta se viste de racing en una suerte de homenaje -en el tiempo- a aquel antecesor XR2 que, hace ya décadas, saltaba a la palestra deportiva del óvalo rompiendo moldes entre los utilitarios.

Así, según los responsables de la marca, el cuaderno de bitácora de este nuevo Fiesta ST (por «Sports Technology») tiene mucho que ver —como en el XR2— con la deportividad y el dinamismo rutero con, entre otras cosas, un control de estabilidad regulable y una sugestiva musicalidad de escape, por aquello de «no sólo serlo… también parecerlo».

El caso es que el sobradamente conocido tetracilíndrico de 1.6 litros, turboalimentado y con inyección directa, en su versión de 182 CV, toma carta de naturaleza en la carrocería del utilitario Fiesta, vestido en ST, con un 20% más de potencia y con idéntico porcentaje de reducción en las emisiones de CO2; aunque lo mejor es la entrega de par: 24,5 metros/kilo desde 1.500 y hasta 5.000 vueltas; es decir, elasticidad asegurada en las recuperaciones desde los regímenes más bajos de giro de un civilizado motor que, sin embargo, tampoco deja indiferente: 6,9 segundos en aceleración de cero a cien, 220 por hora de punta y 5,9 litros de consuno medio; ciertamente ajustado para las prestaciones de las que se dispone.

La deportiva exclusividad de nuestro protagonista, la manifiesta el óvalo, además de en unos abombados aletines en sus pasos de rueda, en la generosa boca frontal de refrigeración —nido de abeja—, en el spoiler que corona la luneta trasera y en el deflector zaguero y las dobles salidas de escape, en la tres tonalidades de la carrocería: rojo, naranja y azul.

Y para redondear el conjunto, las llantas de aleación de 17 pulgadas.

En el interior, también con un evidente ambiente racing, encontramos unos espectaculares asientos anatómicos bitono —firmados por Recaro— capaces de sujetar perfectamente el cuerpo; tanto el volante de tres radios, los pedales en aluminio perforado y ciertas inserciones en «carbono», también son específicos de esta versión ST del Fiesta cuya puesta apunto ha corrido a cargo de «Ford TeamRS», que aporta un calibrado más rígido en los tarados de suspensión, una altura libre al suelo rebajada en 15 milímetros y unos neumáticos de 205/40; mientras la dirección sólo precisa de 2,5 vueltas entre topes.

Los frenos de disco en las cuatro ruedas, con pistones más grandes que los de estricta serie, permiten mayores alegrías en las frenadas.

El control de estabilidad ESC puede utilizarse en tres modos: «ON» (utilización normal), «Wide Slid» (más permisivo) y «Off» (totalmente desconectado); mientras el control vectorial de par (ETVC) minimiza el subviraje -deslizamiento del tren delantero- propio de los tracción delantera potenciados, a la vez que aumenta considerablemente la velocidad de paso por curva.

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