«Beats Edition»... «marchoso»
El modelo sigue «tirando» de las ventas de Fiat. «Pequeño» o «grande». Redondeado o más «cuadradote». Con motores gasolina o diésel, el 500 L mantiene altas las cotas comerciales de Fiat. Nuevas motorizaciones y accesorios exclusivos se unen a la gama. Su tarifa arranca en 20.700 euros.
Cuidado interior, ergonómico y modulable, con dos «butacones» delanteros.
Gama racional. Fiat reposiciona la gama 2014 del superventas 500 L con la aparición de nuevas motorizaciones, colores de carrocería y la musical versión «Beats Edition».
Durante el pasado 2013, la gama del 500 L ha remontado las clasificaciones de ventas hasta alcanzar, en pocos meses, el primer puesto en su segmento con el 17,2% de cuota; el 40,9% en el mercado matriz italiano y también en España, en el primer año completo de comercialización, se ha alzado con el liderato en el segmento de militancia con el 25,2% de incidencia.
Si en las ediciones especial del 500 «a secas» es el diseño el que se lleva el protagonismo, en las especiales del 500 L se rinde culto a la tecnología.
Objetivo: atraer a un público más joven.
Así que, la ampliación de gama viene a reforzar —eso pretende su fabricante— la presencia comercial del 500 L con, sobre todo, la llegada de la motorización turbodiésel 1.6 MultiJet de 120 CV, mecánica que, hasta la fecha, solamente contaba con la versión de 105 CV.
Además de la inyección de combustible —gasóleo— por rampa común de tercera generación, esta nueva versión de 120 CV adopta turbocompresor de geometría variable —fijo en la anterior versión— firmado por Honeywell, con lo que el par sube ahora hasta los 32,6 metros/kilo desde solamente 1.750 vueltas: elasticidad asegurada, con lo que ello trae aparejado de facilidad de conducción, sobre todo en ciudad, lo que nos eximirá de tener que actuar constantemente sobre la palanca de cambios (caja manual de 6 marchas, tracción delantera).
Eso, por no hablar de lo contenido de sus consumos: entre 4,6 y 4,8 litros de media por cada centenar de kilómetros, dependiendo que se trate de las versiones «Trekking» o «Living», merced a la adopción del sistema «Start&Stop» de arranque/parada del motor en detenciones prolongadas, mientras los periodos de mantenimiento se dilatan hasta los dos años o 35.000 kilómetros.
La dirección tiene asistencia eléctrica variable, más desmultiplicada («suave») en ciudad y a baja velocidad lo que, como fácilmente puede suponerse, facilita las maniobras de estacionamiento.
La habitabilidad es otra de las bazas que juega el 500 L, que ofrece uno de los espacios interiores más generosos en el segmento de militancia: comodísimas plazas delanteras —butacas con apoyabrazos— y unas también generosas traseras (algo «angosta» la central, como es habitual es este tipo de realizaciones); sin olvidar las diversas posibilidades de modularidad, que propician una capacidad de maletero entre 412 y 1.375 litros, dependiendo de que se abatan o no los asientos posteriores.
En definitiva, que sin tratarse de un monovolumen «al uso», sí que el 500 L ofrece… «grandes» posibilidades.