Lexus. UX… tatuado
Conjunción entre artesanía y arte tradicional japonés
Buena suerte… y perseverancia. Frente a las adversidades, el diseño ‘carpa koi’ se presenta como un halo de esperanza.
Seis meses tardó Claudia en plasmar su obra, utilizando un taladro ‘Dremel’ para retirar la pintura de la carrocería, dejando así ‘a la vista’ la chapa metálica para, a renglón seguido, aplicar a mano hasta cinco litros de pintura para automóviles para resaltar los detalles.
El ‘toque’ final: un baño de oro para que añadía notas luminosas y, a la vez, otorgar un ‘potente’ efecto 3D, antes de dar a todo el vehículo una capa de barniz protector para que se pudiera circular por la vía pública.
La artista empleó cinco jornadas para ‘tatuar’ el coche, una labor físicamente exigente, tanto por la vibración del taladro como por el hecho de trabajar con un objeto que, a diferencia de un ‘cliente humano’, no se podía colocar en una posición más cómoda a medida que avanzaba el diseño. Aún más, si cualquier desliz, en un tatuaje ‘humano’, puede corregirse, incluso colorearse, con relativa facilidad, el ‘grabado’ con el taladro requirió una precisión absoluta.
Sustituyendo la fina aguja de tatuaje por un taladro, y utilizando como ‘lienzo’ un coche totalmente blanco, la británica Claudia De Sabe crea una obra de arte: un extenso diseño ‘carpa koi’, típico motivo del arte tradicional nipón
El tatuado Lexus UX… no tiene precio, se calcula que este trabajo ‘a medida’, podría valorarse en torno a 130.000 euros.
La primera vez que Claudia De Sabe ha trasladado sus habilidades de la piel humana al metal y, por curioso que pueda parecer, la artista ha encontrado tantas similitudes como nuevos desafíos: «Cuando tatúas a una persona, debes tener en cuenta los músculos y los tejidos bajo la piel. Con el UX, había que tener en cuenta la manera en que la carrocería cambiaba de forma sobre la estructura».
También el espectacular estilismo del UX ‘ayudó’ a la artista en la realización de la obra, que contó, a su vez, con el concurso de su marido Yutazo, de origen japonés: «Desde las líneas laterales de la carrocería hasta el diseño, presenta un conjunto dinámico y hermoso, de forma que encajaba a la perfección con el concepto en sí mismo», apunta la cofundadora del estudio de tatuaje ‘Red Point’, en Islington.
En fin… todo un homenaje a la artesanía ‘takumi’, que Lexus dedica a cada modelo, que se pone de manifiesto en los detalles de diseño y en los impecables acabados conseguidos merced a unas habilidades humanas perfeccionadas a lo argo de años de meticulosa formación.