Diario de León
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fernando mañueco
León

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El aumento de la tensión política, tanto en España como en Italia, ha provocado crispación en el mercado de deuda pública. La rentabilidad de los bonos españoles de referencia ha ido a buscar rápidamente la cota de 5,5% mientras el rendimiento de los títulos italianos equivalentes alcanza el 4,5%. Ambos son sus niveles más elevados de los últimos dos meses.

La confianza de los inversores se ha resquebrajado al mismo ritmo que crecía la inestabilidad y la confusión política en los dos países. Esa desconfianza se dejó entrever ya en la subasta de deuda a medio y largo plazo que realizó el Tesoro español el pasado jueves. Colocó 4.600 millones de euros, es decir algo más de la cantidad que pretendía captar, pero tuvo que aceptar un mayor coste de financiación. El Tesoro tuvo que elevar la rentabilidad de todos los plazos, dos, cinco y 16 años. El rendimiento de los bonos a cinco años, por ejemplo, subió del 3,80 hasta el 4,17%.

El mercado se tensa de nuevo, lo que vuelve a desempolvar la posibilidad (algunos habla incluso de «necesidad») de que España tenga que acudir finalmente a la ayuda de sus socios comunitarios. Las grandes preguntas son ¿qué está sucediendo en España? y ¿qué puede ocurrir en las elecciones de Italia?. Las posibles respuestas a estas cuestiones generan un sarpullido de inquietud e incomodidad entre los inversores.

También se ha dejado notar la inestabilidad en los mercados de divisas. La cotización del euro ha subido en pocos días hasta 1,37 dólares para luego volver grupas hasta la zona de 1,34.

En los últimos días ha sido evidente la existencia de los vasos comunicantes entre los mercados financieros y el escándalo sobre supuestos pagos irregulares en el partido gobernante en España. Pesa también la incertidumbre sobre llas elecciones generales que se van a celebrar en Italia a finales de mes. Llevan camino de convertirse en una consulta popular sobre las severas medidas de austeridad que ha adoptado el presidente saliente, Mario Monti. Los mercados miran con recelo el aumento de la intención de voto para el partido liderado por Silvio Berlusconi.

Algunos expertos, lejos de considerar que lo peor de la crisis de la eurozona se ha superado, creen que sus coletazos y efectos colaterales se dejarán notar todavía durante muchos meses e incluso años. Los problemas políticos y económicos de Italia y España tienen peso suficiente como para preocupar a los mercados de acciones, de deuda y de divisas durante bastante tiempo más. Las inquietudes políticas empujan al dinero a adoptar una postura más cautelosa frente a los activos de riesgo,

Parece obvio que los fundamentos de la eurozona siguen siendo débiles y las incertidumbres muchas. El presidente del BCE, Mario Draghi, hablaba el pasado jueves de debilidad en la economía, por lo que seguirá inyectando liquidez al sistema financiero y deja abierta la puerta a un nuevo recorte en el precio del dinero.

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