Diario de León

HISTORIAS DE LEÓN

La primera Miss León

Doradía Enríquez y Julita Mateos fueron protagonistas de los nuevos aires de la ii república. los concursos de belleza se convirtieron en algo más que un escaparate social. así FUERON Y lo contaron las primeras Miss León

Doradía Enríquez, la primera Miss León, en 1931.

Doradía Enríquez, la primera Miss León, en 1931.

Ponferrada

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Doradía llevaba su belleza en el nombre: día dorado. Así se presentó en sociedad la primera Miss León, en 1931. «De sol, la cabellera undosa; las mejillas, color de manzanas leonesas; la mirada, grande, negra y serena, bajo las cejas y las pestañas negras», aseguraba la revista Crónica sobre esta joven de 17 años, con «cinco abriles en el natal rincón y doce en Madrid».

La II República fomentó los concursos de belleza como una idea más para dar realce a la mujer, una de las banderas de los nuevos tiempos. «Si España está atrasada políticamente -decía el periodista en la introducción de la entrevista a Miss León- es sin duda porque en poco más de un siglo de historia parlamentaria ha tenido cerrado el Parlamento, entre revueltas, dictaduras y vacaciones, cerca de sesenta años; y si la belleza provervial de las españolas triunfa dondequiera se presenta, es a pesar de nuestros hábitos berberiscos, en un todo opuestos, hasta hace poco, a la exhibición de nuestras esposas e hijas», añadía la información firmada por un enigmático O.

Doradía fue elegida Miss León por el Hogar Leonés. Hija de un militar retirado, cuando ganó el concurso estudiaba para ingresar en el Cuerpo de Correos y quería afiliarse al Partido Republicano-Radical-Socialista. «Como su padre, sueña con merecer un día, «por algo grande», el salir retratada en la porta0da de Crónica, y declara con juvenil orgullo pertenecer a una novísima generación femenina que no aspira a constelar el cielo de cinema, ni a ir contratada a Hollywood...», añadía el reportero.

Como se puede comprobar, el reportaje de Doradía es todo un canto a los nuevos tiempos. La joven leonesa confesaba también que le gustaba la fruta, el gazpacho andaluz, la Geografía y la Aritmética. Sin embargo, su mayor ilusión, añadía, había sido «ver proclamada» la II República el 14 de abril de aquel mismo año de 1931. Y es que su familia era de tradición republicana. Su abuelo, que perteneció al regimiento de Covadonga que se sublevó en Badajoz en 1883, logró pasar a Portugal para evitar ser fusilado. «¡Pobre abuelito, qué contento estaría ahora!», se lamentaba la primera Miss León al recordar a su familia.

Aquel año ganó el concurso una castellano-manchega, Emelina Carreño Pareja, natural de Alcázar de San Juan (Ciudad Real), según cuenta en un libro sobre estos certámenes de belleza el periodista Enrique Sánchez Lubián.

El certamen de Miss España había nacido en España tres años antes, en 1929, por impulso de Torcuato Luca de Tena, fundador y director del diario ABC. Pero en 1931 fue la primera vez que se presentó una Miss en representación de León.

Durante los años dorados de los concursos de belleza de la República, no siempre Miss León fue de la provincia. Entonces la Región Leonesa abarcaba también Zamora y Salamanca a efectos de buscar concursantes. Así, en 1934 fue elegida Julita Mateos, una joven de Bermillo de Sayago (Zamora). También era militante del Partido Radical Socialista y, según confesaba en una entrevista -en esta ocasión a Estampa, otra de las grandes publicaciones de la época-, no leía novelas de amor, ni creía en el amor. Tenía 17 años, pesaba 57 kilos, su cintura medía 72 centímetros y calzaba un 37, según la revista. «Soy una muchacha moderna, interesada en las ideas sociales», añadía en la misma línea de Doradía tres años antes sobre los nuevos ideales políticos de la época.

Hasta entonces las mujeres españolas habían tenido un papel pasivo y discriminado. Su lugar en la sociedad era el de esposas y madres, dependientes siempre del hombre (padre o marido). Según un estudio firmado por Juana Cobo sobre la mujer en la II República, en 1930 había unos 6 millones de familias de las que el 85% eran obreras y campesinas. «En cinco millones de ellas, las mujeres realizaban exclusivamente las tareas domésticas. La incorporación de la mujer al mundo laboral estaba obstaculizada por la alta tasa de analfabetismo y la falta de medios estructurales».

Pese a esos aires de nuevos tiempos, ni de Doradía ni de Julita se hizo eco la prensa leonesa en esos años. El olvido se adueñó de ellas, de sus sueños, de sus aspiraciones...

 

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