como le dé la gana
Hoy quiero proponerle que en 2018 sea usted como le dé la gana. Que sea valiente, que se quite las etiquetas que ya no le sirven y que se suba al carro de la autenticidad, ese en el que las personas escuchan lo que sienten, dicen lo que piensan y hacen lo que dicen. Ese en el que uno se siente libre para mostrarse como es, sin censurarse ni juzgarse por ello.
Si vive con sensación de esfuerzo, le voy a pedir que también deje eso atrás. Póngaselo fácil, anímese cuando lo necesite y no se exija más de la cuenta. Acéptese como es y no como “tendría que ser”. Y márquese objetivos que de verdad le ilusionen. Uno o dos, no hacen falta más, pero que sean de los que le remueven las entrañas.
Este año dese permiso para sentir lo que siente. Deje pasar el miedo cuando toque y regálese sonreír y estar alegre cuando no pase nada. Agradézcalo, porque que no pase nada también es de agradecer.
Libérese de lo que no es suyo y deje que cada uno encaje en su propio molde y en el de nadie más. Respétese para poder respetar a los demás y cuídese para poder cuidarles a ellos. Manténgales la mirada, siéntase digno de recibir y acepte que muchas veces no recibirá lo que esperaba.
Este año déjese ya de tanta pamplina y olvídese de las normas que usted no puso. Que ya nunca más le mueva el “quedar bien” ni el “qué dirán”, y que a partir de ahora elija gustarse aunque no guste.
Tome sus propias decisiones y arriésguese a que no siempre le lleven donde esperaba. Juegue, pruebe y experimente. Hágalo como sepa hacerlo, deje de querer controlarlo todo y permita, de vez en cuando, que la vida fluya y que pase lo que tenga que pasar.
Este año, haga de su vida una aventura y disfrute de cada día como si fuera el último. Por una vez, priorice lo que le hace sentir bien y valore cada vez que vea que lo está cumpliendo.
En definitiva, en el año que comienza apueste por usted, concédase la vida que merece y haga que valga la pena. Esta vez sí, comprométase y júrenos, a los dos, que va a ser como le dé la gana.
Feliz 2018.