Diario de León

Tocada, no hundida

Los tocados y diademas están de moda, pero no todo sirve, algunos más que adornar pueden levantar dolor de cabeza

La reina Letizia en el Horse Guards Parade en Londres, durante el recibimiento oficial que la monarca británica ha ofrecido a los reyes españoles con motivo de su visita de Estado a Reino Unido.

La reina Letizia en el Horse Guards Parade en Londres, durante el recibimiento oficial que la monarca británica ha ofrecido a los reyes españoles con motivo de su visita de Estado a Reino Unido.

Publicado por
carmen martín
León

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Desde que los enlaces de la realeza se viven en directo, mucho se ha aprendido en cuestión de tocados, una pieza que puede levantar o hundir el estilismo. No hay duda de que los tocados se llevan el protagonismo, están de moda y han dejado de ser un accesorio exclusivo de bodas y «se presentan en cualquier evento y a cualquier hora, uno de los principales errores», dice a Efe Miguel del Amo, experto en Protocolo Social y Etiqueta.

Pero no todo vale, un casquete con cuatro plumas de colores o un conjunto de cintas de colores y algún encaje sobre la cabeza, sin ton ni son, pueden arruinar el estilismo. «El vestido marca la etiqueta del evento, los accesorios deben de seguir la estela», explica Miguel del Amo, quien asegura que Kate Middleton los luce de forma «maravillosa». El tocado o la pamela acompaña al vestido y su tamaño ira reduciendo según va pasando el día. «Los de mayor tamaño por la mañana, cuando el sol está pletórico, por la tarde, los más pequeños», afirma el experto.

Con la caída del sol, los tocados y sombreros se deben guardar, no están admitidos. «La cabeza despejada, sin cubrir», dice del Amo, pero si se desea lucir algún adorno en el cabello, «mejor discreto», aconseja este especialista. También asegura que «los sombreros están totalmente prohibidos en el cóctel, solo se pueden lucir hasta la cinco de la tarde, minutos después, este vistoso complementos está fuera de horario».

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