Diario de León

CANTO RODADO

Pararlos en las urnas

La respuesta de las mujeres a la reacción del triángulo equilátero del patriarcado fue contundente. Ahora solo falta pararlos en las urnas. La lucha continúa, como siempre, todos los días..

León

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El 8-M sembró las calles de pensamientos violeta. Y demostró que el feminismo no es flor de un día, sino árbol de hoja perenne y fluida savia. Un movimiento social y político con tres siglos de historia construido con el duro trabajo que, día a día, lucha tras lucha han librado las mujeres y algunos hombres por lograr la igualdad. La igualdad de derechos y la igualdad real.

La manifestación del viernes, éxito total incluso en León, es el resultado de un duro y silencioso trabajo. Durante meses un grupo de mujeres, apoyadas por algunos hombres, que el viernes estaban en la retaguardia, sirviendo café y empanada, han preparado el sembrado.

Los reaccionarios del patriarcado lo abonaron con insultos, improperios y mentiras. O con inventos de laboratorio electoral como el ‘feminismo liberal’ de Albert Rivera, cuyo partido tuvo que pagar una millonada para evitar que fuera denunciado por acoso. Liberal fue el señor John Stuart Mill, al que el feminismo respeta porque defendió el derecho al voto pero sin olvidar que este buen hombre nunca creyó que la mujer tuviera que acceder al mercado laboral.

La verdad es que a las mujeres no las dejaron entrar en las fábricas hasta que llegaron las guerras y las luchas obreras. Entonces se convirtieron, al igual que los niños, en mano de obra barata y fácilmente desplazable en cuanto el elemento masculino recuperaba vigor y presencia.

El 8-M el líder naranja apareció en la gran pantalla para hablar a las mujeres, rodeado de mujeres calladas. Mujeres que asienten y defienden la teoría de que gestar a un ser humano con el fin ‘altruista’ de entregárselo a una familia que añora un retoño de sangre propia es un acto de libertad.

Las más ‘liberadas’ para la causa de los vientres de alquiler son, como siempre, las pobres y oprimidas. Mujeres ucranianas que son tratadas como mercancía y cuya ‘donación’ figura como un coste fijo en las ofertas de internet. Por esto y por mucho más, la línea que separa patriarcado y capitalismo es tan fina que ambos se acaban juntando como las aguas de los ríos.

Sobre las aguas naranjas flota ahora Silvia Clemente, cual diosa que salvará a Castilla y León de las garras del PP. Clemente salió dando un portazo a las Cortes y un golpe bajo a Mañueco con la intención de pelear por la presidencia de la Junta. Eso estaba claro. Ayer dio el segundo paso para lograrlo al ganar las primarias, como era de esperar en este negocio. Además, se pone la medalla de ser la primera mujer en aspirar al puesto en 36 años de autonomía.

El veneno de Rivera, Casado y Abascal contra el feminismo en vísperas del 8-M fue neutralizado por la convicción de que otro mundo es posible y la indignación de la población general, especialmente la más joven. Las miles de chicas que salieron a la calle y corearon varias veces el ‘sólo sí es sí’ que subrayaba el manifiesto del 8-M de León.

El eco se repitió con tal intensidad que quedó claro que si hay algo que las mujeres desean por encima de todo es el derecho a ser dueñas de su cuerpo. A partir de ahí, muchos negocios se vendrán abajo. Mucha sumisión quedará disuelta.

El 8-M ha conseguido neutralizar la ofensiva patriarcal en las calles. Ahora hace falta pararlos en las urnas. Y eso va a ser más complicado. Pero el feminismo continúa. Cada día. En mujeres como Herminia Suárez, la voz clara y apasionada por la que todo el mundo preguntaba al concluir el manifiesto. Una de las voces más reconocidas del feminismo en León. Abogada y activista.

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