Diario de León

El cerebro que lucha contra el fuego en California está en León

Technosylva, que gestiona desde hace una década la prevención y coordinación de incendios en el estado, advierte de que “la destrucción en el condado de Los Ángeles es masiva”, aunque no es la peor catástrofe de los últimos años

Los expertos de Technosylva analizan los datos de la evolución de los incendios de Los Ángeles esta semana desde el Parque Tecnológico de León.

Los expertos de Technosylva, con Joaquín Ramírez al frente, analizan los datos de la evolución de los incendios de Los Ángeles esta semana desde el Parque Tecnológico de León.RAMIRO

León

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El cerebro que lucha contra los devastadores incendios que asedian a Los Ángeles, y están causando una destrucción de momento incontrolada y de consecuencias imprevisibles en California, está en León. Desde las instalaciones de Technosylva en el Parque Tecnológico de León no sólo se gestionan y desarrollan las herramientas tecnológicas y el entramado de información y órdenes que marcan la coordinación de los servicios de bomberos y emergencias de un territorio que sufre cada vez con más virulencia las consecuencias de incendios forestales de proporciones gigantescas. Las aplicaciones y soluciones, con el seguimiento, la información y coordinación de efectivos al segundo, se orquesta por sus especialistas desde todos los frentes. Con un trabajo al minuto de millones de datos que se procesan cada día a través de supercomputación para establecer previsiones completamente fiables de lo que ocurrirá en los próximos cinco días, y establecer así sistemas de alerta y sobre todo de evacuación y dotación de servicios en los puntos críticos; con la coordinación de los servicios de bomberos, formados por miles de efectivos que en cada momento deben saber dónde acudir y cómo actuar; y con la organización de todos los servicios de emergencia, para que estén lo antes posible en los lugares donde van a ser más necesarios.

El desarrollo de las herramientas tecnológicas que atienden todo este entramado de información, coordinación y respuestas mantiene su centro neurálgico en el Parque Tecnológico de León, con un centenar de profesionales de alto nivel (la mayor parte de ellos «talento local») al que apoyan otros tantos expertos en Estados Unidos. A los que se añaden algunos de los que la tecnológica leonesa tiene repartidos ya por todo el mundo.

«El pasado fin de semana ya advertimos al Estado de California de que podría darse esta situación, y comenzaron a establecerse los dispositivos para hacer frente a un incidente que desde el primer momento sabíamos que iba a ser incontrolable, pero en el que resulta fundamental organizar las evacuaciones de personas». Joaquín Ramírez Cisneros, que comenzó su actividad como profesor en la Universidad de León (a la que sigue vinculado) y es fundador y presidente de Tecnosylva, advierte de que «de momento el conteo de los daños de esta serie de incendios es bajo, pero la destrucción es y será masiva». Es también presidente de la Asociación Internacional de Incendios Forestales (IAWF).

En total seis incendios azotan, desde principios de la semana, el condado de Los Ángeles. Más de 153.000 personas han sido evacuadas y alrededor de 12.000 viviendas y edificios (muchas mansiones de estrellas de Hollywood) han sido consumidas por el avance imparable de las llamas. Se contabilizan ya más de una decena muertos, pero las cenizas desvelarán sin duda más víctimas. Los daños se calculan, con los fuegos aún sin controlar, en 150.000 millones de dólares.

Los expertos de Technosylva analizan los datos de la evolución de los incendios de Los Ángeles esta semana desde el Parque Tecnológico de León.

Desde el martes el fuego se extendió rápidamente por las zonas urbanas, destruyendo todo a su paso.RAMIRO

Están activos, con mayor destrucción en los últimos días, los incendios de Hollywood Hills y de Eaton, junto a los de Palisades y otros tres, hasta ahora menos destructivos, en Hurst, Lidia y Woodley.

«No son, hasta el momento, los peores incendios que ha registrado la zona en los últimos años. Lo más importante es que el peligro se identificó a tiempo, y que se ha organizado el aviso a las personas para las evacuaciones con plazo suficiente».

Ramírez conoce bien las condiciones que hacen de los incendios en California una espiral de destrucción. «Los años que registran el fenómeno del Niño son especialmente duros, secos. Pero 2024 ha sido el que ha registrado el tercer récord de sequía más alto desde que existe registro. Además, se da la circunstancia de que se han desatado los conocidos como vientos de Santa Ana, que han llegado a 180 kilómetros por hora, son terribles. Suelen venir en septiembre u octubre, que es cuando suele darse mayor riesgo de incendios. Pero este año han venido más tarde, en enero. En condiciones especialmente duras de sequía, con lo que han provocado que las igniciones producidas conviertan desde el primer momento los incendios en inatacables».

El investigador y empresario señala que, como ya advertían las previsiones que habían adelantado en las últimas semanas, los incendios «se han desbordado desde el principio. Había una posibilidad enorme de que escaparan, con episodios extraordinarios de viento que les han hecho desarrollar todo su potencial».

Cada uno de los puntos naranja es una casa ardiendo.

Cada uno de los puntos naranja es una casa ardiendo.DL

En el caso del frente que ha llegado a Malibú «se ha frenado porque se encontró con la zona que se quemó el año pasado. En los de trayectoria hacia el Este se han colado en Los Ángeles, provocando todo el caos en la zona urbana». En un territorio de especial dificultad geográfica. «Los Ángeles está situado en una cuenca de drenaje, rodeada de montañas de 2.000 ó 3.000 metros de altitud. Los vientos huracanados han llevado las llamas desde las laderas hasta arrollar la ciudad».

Amenaza creciente

El cada vez más difícil control de los incendios forestales se ha convertido en una amenaza y una preocupación a nivel mundial, pero territorios como California los sufren desde hace años de forma incontrolada, con cientos de miles de hectáreas de terreno quemadas, miles de edificios destruidos y decenas de muertos.

Hace poco más de diez años el estado norteamericano concluyó que la organización de efectivos para apagar estos fuegos no era suficiente, y que la clave estaba en la previsión de lo que podía ocurrir. Organizó un concurso de ideas empresariales para avanzar en este sentido.

Joaquín Ramírez participaba ya entonces en campus y jornadas sobre este tema en las universidades americanas. Hasta allí llevaba el conocimiento iniciado en su experiencia como profesor en la Universidad de León, pero sobre todo desarrollado a través de la empresa Technosylva, especializada en el desarrollo de herramientas tecnológicas para la determinación de los factores que influyen en los incendios forestales (desde el estado del suelo a la predicción meteorológica, y sobre todo cómo las condiciones geográficas afectan a la evolución de vientos y trayectoria del fuego). Su propuesta fue la seleccionada entonces entre más de 130 compañías internacionales que ofertaron soluciones al acuciante drama del fuego en California.

Con el tiempo y los avances de la utilización de drones, supercomputación y machine learning, entre otros muchos, las distintas herramientas desarrolladas por la tecnológica, fundamentalmente a través de sus especialistas en el Parque Tecnológico de León, han aumentado exponencialmente sus prestaciones. Y eso le permite no sólo anticipar lo que puede ocurrir, que es fundamental, sino coordinar los servicios sobre el terreno y reorganizarlos al minuto con los cambios que se suceden.

Los expertos de Technosylva analizan los datos de la evolución de los incendios de Los Ángeles esta semana desde el Parque Tecnológico de León.

El mapa de los fuegos se cruza con los datos de evolución meteorológica prevista.RAMIRO

La toma de datos es constante, desde distintas fuentes, y la tecnología desarrollada permite alcanzar los 500 millones de simulaciones cada día (a través de la supercomputación) para vigilar y anticipar los peligros en todos los estados norteamericanos y países donde Technosylva tiene desplegado su conocimiento y sus servicios.

En Estados Unidos, primero desde California, donde comenzó una aventura empresarial que estos días ha sido reconocida públicamente por el gobernador Gavin Newsom, la tecnológica que mantiene su sede y su ‘cerebro’ en el Parque Tecnológico de León actúa como agente de predicción de las condiciones meteorológicas, lo que le sirve de base para establecer los distintos niveles de declaración de riesgos.

Un servicio que presta actualmente en los estados de Florida, Texas, Tennessee, Kentucky, Virginia, Rhode Island, North California, Georgia, Missisippi, Oclahoma, Colorado, Nuevo México, Arizona, Utah, Idaho, Montana, Oregon, Nevada y Washington. También en Holanda, Chile, Italia, Portugal, Bulgaria, Arabia Saudí,… Curiosamente en España es donde menos receptivos han sido a sus propuestas, a pesar de la creciente devastación que provocan los incendios forestales.

En cualquier caso California suma ya una dramática historia de costes materiales y humanos por este tipo de incidentes, en cuya gestión participa de forma activa la tecnológica leonesa desde hace ya una década. Estos días en las instalaciones del Parque Tecnológico de León el seguimiento de la evolución de los incendios es constante, como lo han sido los días previos con las predicciones realizadas. Desde las pantallas y con las herramientas desarrolladas se sigue al segundo la evolución de cada frente de fuego. Y puede realizarse un trazado histórico de cómo y dónde se han originado, y cómo la evolución de los vientos y el despliegue de efectivos, que esta semana cuentan ya desde el segundo día con el apoyo de los medios federales, intenta acotar un escenario que la sequía, la orografía y la enorme fuerza de los vientos convierte en incontrolable.

La terrible destrucción del fuego que estos días tiene en vilo al mundo se inició en la mañana del martes. Impresiona ver desde el aire cómo lo que hasta hace unas horas era un barrio o una ciudad es ahora un puzzle de pequeños puntos naranjas, cuyo diámetro se expande por momentos. «Cada uno de esos puntos es una casa que está ardiendo», explica Joaquín Ramírez, mientras modifica constantemente con sus especialistas los parámetros de análisis de las condiciones para mostrar más frentes de la información disponible, que puede seguirse desde el inicio pero cambia casi a cada minuto.

El mapa de California y de Los Ángeles, a vista de satélite, está invadido por columnas de humo que se expanden. Que cambian de dirección, se enfurecen cuando entran en barrancos o cañones o se voltean cuando llegan al mar por efecto de distintas corrientes. Parece una demoníaca orquesta que hace que todas las furias confluyan en un concierto que en tierra se vuelve infernal.

En centenares de barrios y calles las evacuaciones se anunciaron con tiempo, pero como suele ocurrir se aceleraron cuando las llamas amenazaban ya muy cerca. Nadie soporta la idea de abandonar su hogar y su vida para que en pocos segundos se convierta en cenizas.

En el célebre Sunset Boulevard decenas de vehículos fueron abandonados a toda prisa entre choques y carreras, porque las llamas se echaban encima; en otras vías principales las quitanieves tuvieron que abrir un camino entre vehículos abandonados y calcinados para permitir el paso a los servicios de extinción y emergencias. Muchos huyeron con lo puesto.

El presidente de Technosylva incide en uno de los fuertes de las investigaciones desarrolladas durante años en su empresa: la prevención. «Predecir ya antes de que surja un incendio si va a ser de nivel 1 ó 5 es determinante para saber cuántos efectivos hay que enviar, cómo hay que alertar a la población, qué sistemas de evacuación hay que poner en marcha,… Ante una posible catástrofe es fundamental ser proactivo».

En California la compañía leonesa trabaja con el servicio de Calfire, que utilizan también las gigantescas empresas eléctricas. Las chispas que desprenden sus kilométricos tendidos en esta árida geografía son el origen de buena parte de los incendios que se desatan. Y les cuestan además multimillonarias cantidades en indemnizaciones por su responsabilidad en estas tragedias.

Las herramientas

Los expertos de Technosylva analizan los datos de la evolución de los incendios de Los Ángeles esta semana desde el Parque Tecnológico de León.

Los expertos de Technosylva añaden constantemente funciones a las aplicaciones con las que trabajan los bomberos en EE UU..RAMIRO

Para afrontar estos desafíos Technosylva puso en marcha, y mejora continuamente, la herramienta Wilfire Analyst, que utiliza la supercomputación con la información que recibe a través de drones y centenares de cámaras repartidas por el territorio, además de las previsiones meteorológicas, para intentar adelantar todas las posibilidades de que se produzca un incendio, y de cómo evolucionará en los días siguientes.

El análisis de los factores que influyen no sólo en que un incendio se desate, sino en cómo puede evolucionar, es cada vez más minucioso. Los simuladores actualizan continuamente lo que denominan mapas de combustibles: el estudio al detalle de la vegetación en cada zona y su situación de humedad, crecimiento,… Un complejo sistema que realiza además un exhaustivo balance de riesgos sobre los peligros que corre la población. Para evaluarlos se utilizan sistemas de machine learning que analizan cómo se han destruido por fuegos decenas de miles de edificios en siniestros anteriores, qué condiciones o materiales les han hecho arder con mayor o menor rapidez, a cuántas personas pueden afectar, el idioma que hablan estos ciudadanos (para valorar la efectividad de los sistemas de evacuación), el número de coches que hay por vivienda, si hay muchos mayores o personas con discapacidad que pueden tener mas dificultades,… «Se trata de saber antes de que ocurra cualquier incidente cuál es el escenario al que hay que hacer frente, extremar la vigilancia y tener controlados todos los problemas con los que puede encontrarse la población».

Una vez declarado el incidente, como ha ocurrido esta semana, los más de 8.000 efectivos que luchan contra el fuego en Los Ángeles, a los que se suman continuamente nuevos agentes, trabajan entre otras con la aplicación Tactical Analyst, desarrollada en el Parque Tecnológico de León y que incorpora continuamente utilidades y mejoras. Desde las centrales se coordina la actuación de cada uno de los equipos de bomberos y emergencias a través de esta herramienta, que tienen directamente en el móvil los mandos y agentes. Permite conocer dónde está cada uno en cada momento y ofrece mapas tácticos que permiten desarrollar y corregir los operativos al minuto, en función del avance de los incidentes. Es una plataforma que «permite desarrollar una estrategia casi militar, fundamental por ejemplo cuando hay que evacuar a miles de personas, o cuidar las vidas cuando se produce una gran pérdida de casas y edificios, como ocurre en este momento».

No sólo ofrece información sobre la situación actual del fuego, sino que adelanta cómo va a evolucionar y permite diseñar con algo de tiempo cómo se debe actuar. «Los agentes tienen en sus móviles una cartografía táctica, que identifica dónde están las viviendas, las infraestructuras críticas, los puntos de agua,…».

Technosylva no deja nada al azar en estos desarrollos: los teléfonos que utilizan los bomberos son los denominados ‘fat finger’, botones grandes para que manejarlos sea lo más fácil posible, explica Ramírez.

La coordinación de todos los medios disponibles cuando los incendios y los servicios están en marcha cuenta también con el apoyo de Fire Response, una aplicación en la que se forman los expertos y que busca agilizar la información que se comparte y la toma de decisiones en momentos críticos.

Las medidas que se toman suelen incluir cortes de la electricidad. «En el enorme incendio de San Diego el gran núcleo mundial tecnológico de Silicon Valley estuvo una semana con la luz cortada. Las medidas en esos momentos críticos suelen ser drásticas. Pero con la evolución de las herramientas que desarrollamos, esos cortes, que afectan también a la población en momentos especialmente críticos, son cada vez más quirúrgicos. Más ajustados a lo que de verdad podemos o no controlar», incide Joaquín Ramírez.

Uno de los barrios destruidos en Los Ángeles, por el fuego de Palisades.

Uno de los barrios destruidos en Los Ángeles, por el fuego de Palisades.ALISON DINNER

Cuatro años de incendios terroríficos

Los incendios activos de California, que están aún muy lejos de ser controlados, rememoran otras tragedias en una estado que sufre de los ataques del fuego de forma recurrente.
Todos los expertos coinciden en que las fortísimas rachas de viento y las condiciones de sequía contribuyen negativamente en los incendios forestales en la región. Se teme que las rachas que avivan el fuego regresen el lunes.
En noviembre de 2018, el denominado incendio de ‘Camp’ se cobró 85 víctimas humanas y fue el más mortífero en la historia del estado.
Esta es una relación, según la Agencia Efe, de los incendios forestales en los últimos cinco años en California:

2020
9 agosto. El llamado ‘SQF Complex Fire’ comenzó cerca de Kernville, al noreste de Los Ángeles, y calcinó 70.487 hectáreas.

Agosto-noviembre. Al menos 31 muertos en varios incendios forestales. Los más importantes por el área calcinada fueron el ‘August Complex’, en el Parque Nacional de Mendocino, en el que ardieron 417.898 hectáreas (el mayor incendio en la historia del estado), y el ‘North Complex fire’, que afectó a los condados de Plumas, Butte y Yuba, en el que fallecieron 16 personas, ardieron 2.000 viviendas y fueron calcinadas 129.068 hectáreas.

27 septiembre. Cuatro muertos en el incendio en el condado californiano de Shasta, que calcinó 22.799 hectáreas y destruyó unos 200 edificios.

4-24 diciembre. Segunda oleada de incendios, que se extiende por el centro y el sur del estado de California, y tiñen de color naranja el cielo de San Francisco. Dos de los grandes incendios se encontraron cerca de Los Ángeles y San Diego. Un tercer incendio en Sierra Nevada, denominado ‘Creek fire’, arrasó el pueblo de Big Creek y una superficie de 153.738 hectáreas.

2021
Julio-octubre. El incendio de ‘Dixie’, en el Parque Nacional de Lassen, se cobró la vida de un bombero y arrasó 389.837 hectáreas, en tanto que el fuero forestal del condado de Trinity calcinó 90.295 hectáreas.

Agosto-octubre. El incendio de ‘Caldor’ quemó casi por completo el pueblo de Grizzly Flats, de unos 1.200 habitantes, cerca de Sacramento, y quemó 89.773 hectáreas. Además provocó la evacuación de los 25.000 habitantes de South Lake Tahoe, en la frontera con el estado de Nevada.

2024
24 julio. El incendio de ‘Park’ calcinó más de 100 mil hectáreas al norte de California, en las estribaciones de la Sierra Nevada, cerca de la ciudad de Chico, al norte de la capital, Sacramento. Hasta su extinción en agosto, fue el más importante del año hasta ese momento y uno de los más grandes en la historia reciente del estado.
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