¿Adonde va el aceite usado?

Con el aceite usado de automoción se realizan dos actuaciones. Por un lado, su regeneración, consistente en recuperar sus características originales para usarlo de nuevo con las mismas condiciones que poseía antes de convertirse en residuo. La regeneración unifica la producción de aceites-base tras someterlos a un refinado con el que se separan y eliminan los contaminantes, los productos de oxidación y los aditivos que se incluyen entre sus componentes. En Castilla y León hay dos empresas encargadas de la recogida gratuita de los aceites usados que son enviados a las plantas de reciclado en las que se obtienen dos litros de aceite regenerado por cada tres usados, con la calidad y viscosidad necesarias para lubricar el motor. Sólo la empresa Ecolubre (Madrid), trata más de 27.000 toneladas al año y produce 20.000 de nuevos lubricantes y 5.000 de asfalto. Según sus datos, el 85% de los vehículos españoles circula con aceite reciclado. Como segunda actuación, y después de un proceso de centrifugado para eliminar las partículas nocivas, el aceite usado puede ser valorado energéticamente para generar energía eléctrica o para ser usado como combustible en instalaciones que requieran un alto poder calorífico. En ambos casos se aplican las medidas preventivas para eliminar potenciales contaminaciones y se deben superar los controles de las distintas administraciones implicadas.