Un recorrido a pie

Si se desea recorrer a pie el desfiladero, el punto de partida está en la localidad de Herrán, que aún conserva sus casas blasonadas edificadas en piedra. Siguiendo un camino paralelo al río sea accede a un espectacular paisaje que goza de un microclima propio en el que se ha desarrollado una variada vegetación compuesta por un bosque mixto (hayas, tejos, pinos, quejigos, acebos o sauces). Con bastante facilidad se llega a Ribera (Álava) en el que destaca la silueta de su iglesia. Para regresar, una pista que sale del abandonado pueblo sigue paralela al tendido eléctrico hasta que desciende a través de una senda pedregosa para volver a retomar el camino que cruza el desfiladero y que devuelve al caminante al punto de partida. De nuevo en Herrán y siguiendo el curso del Ebro, se descubre otra muestra de la erosión fluvial: las Hoces de Sobrón, en las que disfrutar de un espectacular paisaje. Antes de regresar, se debe hacer un alto en Frías, importante núcleo que controla la comunicación de La Bureba con el norte peninsular y que aún conserva su trazado y calles medievales. La ciudad está presidida por el Castillo de los Duques de Frías levantado sobre un impresionante peñasco, en cuyo punto más alto se alza su torre principal. El puente fortificado sobre el río Ebro, de origen romano (aunque el actual es medieval), aún conserva la torre defensiva, donde en otro tiempo se cobraba el pontazgo o peaje.