Diario de León
Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

Motorsport, división deportiva de BMW, comenzaría su andadura con el biplaza M1 de 1978, hoy convertido en codiciada pieza de coleccionista y que representaba entonces la máxima expresión de cómo podían -y pueden- trasladarse las experiencias de competición a los modelos de calle. Las 456 unidades de aquel M1 con motor central, 6 cilindros en línea, 3.5 litros y 277 CV, que aceleraba de cero a cien en 5,6 segundos y alcanzaba una punta de 262 por hora, daría (1979) el banderazo de salida, no sólo a las carreras monomarca de la Procar «teloneras» de los G. P. F-1, también a toda una filosofía productiva de Motorsport en franca competencia, también es cierto, con el también germano AMG, preparador de culto de Mercedes, con quien -tampoco se le oculta a nadie- las espadas siguen tan desenvainadas como entonces. Tras la experiencia M1, media docena de años más tarde, el 635CSi, la variante más potenciada de la Serie 6 de entonces (entre 1984 y 89) y considerado como el pionero de la actual familia «M», no fue tan veloz, aunque sí igual de fascinante. De forma que la idea de montar el ya legendario motor M1 en el envoltorio del lujoso coupé 2+2, ligeramente modificado, contó con un buen número de entusiastas. Aquel motor conseguía impulsar al «opulento» M635CSi por encima de los 255 por hora y lo aceleraba de cero a cien en 6,4 segundos. Para los amantes de las estadísticas: aquel BMW, en versión catalizada EE UU (260 CV) ya se vendía entonces bajo la denominación M6. Ya ven... nada nueva bajo el sol, salvo el renovado gusto por la tecnología vanguardista y la magia de los auténticos «competición/cliente».

tracking