Evagar ofrece su cocina casera en el nuevo barrio de La Palomera

|||| Si usted decide comer en el restaurante del Hostal Evagar corre el peligro de hacerse adicto del establecimiento. El trato familiar, el servicio amable, la estupenda cocina, las modernas y luminosas instalaciones, pueden convertirle en uno de sus numerosos clientes, en un asiduo de la casa. Timi es la «jefa» del establecimiento y madre de José Luis que ayuda en la dirección, y junto a ellos Julia, que se encarga de los fogones, y Gelines que colabora en el servicio del comedor, forman el equipo que se encarga de poner en marcha todos los días los estupendos menús del día, las suculentas tapas y las sugerentes ofertas de la carta que ofrece el restaurante, tanto en el comedor interior como en su veraniega terraza. Esta situado el Hostal Evagar en una amplia plaza del nuevo barrio de la Palomera, muy cerca ya de la Universidad. Es un pequeño hostal con catorce cómodas habitaciones, dos de ellas individuales, una amplia cafetería y un restaurante que pretende dar bien de comer, sin grandes lujos pero haciendo una cocina tradicional adaptada a los tiempos que corren y, por lo tanto, con pequeñas dosis de imaginación y modernidad que la hacen atractiva para todos. No se deben buscar aquí complicadas creaciones gastronómicas, pero sí les aseguro que se encontrarán unos platos muy bien preparados, realizados con estupenda materia prima. Los hosteleros leoneses parecen haber llegado a la conclusión de que la gente busca en el restaurante, por encima de todo, la calidad de los productos que le van a servir, más allá de sofisticadas cualidades culinarias. Una interpretación sencilla de las reglas de la buena cocina y una buena selección de los distintos alimentos basta en la mayoría de las ocasiones para lograr en éxito. Destacan en la carta de Evagar como primeros su menestra, la Sopa de cocido, los Consomés, aspecto olvidado en los últimos tiempos, que pueden ser con yema o al jerez, y las estupendas ensaladas, sobre todo la que lleva queso de Valdeón, anchoas, pimiento rojo, espárragos y lechuga. Y para las épocas más frías los Garbanzos con callos y la Fabada de la casa. En pescados, la lubina a la espalda, el Bonito con tomate, al más puro estilo tradicional, lo mismo que el bacalao a ajo arriero, la merluza a la cazuela y la dorada a la plancha con salsa de naranja. En carnes un sorprendente jamón asado con pimientos del Bierzo, el bistec al roquefort o a la pimienta, las chuletillas de cordero, el clásico entrecot con guarnición de patatas y pimientos y el olvidado pollo al ajillo, algo que tampoco se ofrece actualmente en muchos restaurantes. Pero hay también una larga lista de raciones, que no vamos a enumerar, pero si mencionaremos algunas, las que nos han parecido más apetitosas, como los huevos a la flamenca, o los originales huevos al plato con riñones, el chorizo a la sidra, los revueltos de setas o ajetes con gambas, los callos a la leonesa y el pulpo a la gallega. Como algo especial les recomendamos los aguacates rellenos de marisco, que son un plato delicioso y muy propio para sobrellevar los calores veraniegos. Hay mucho más, pero eso lo dejamos en manos de su perspicacia investigadora. Los postres son caseros y muy ricos, flan, arroz con leche, mousse de limón y chocolate blanco, natillas, tarta de queso, tarta de manzana¿ los golosos quedarán satisfechos. El plato del día cuesta en Evagar 7,80 euros y el menú especial para el fin de semana de 14 euros. Según nos dice José Luis, «ahora en verano lo que el público más solicita, sobre todo en la terraza, son las raciones. Por la noche bajo el soportal de la casa la gente disfruta picoteando, que es lo que está de moda» En Evagar se ha procurado dar calidad a buen precio, por ello han hecho una buena selección de vinos de casi todas las denominaciones nacionales con unos precios sensacionales. Hay un Ribera a partir de 8 euros, un Rioja de 6, un Penedés de 8¿ y los del Bierzo y Tierra de León fluctúan entre los 6 y los 7,20 euros. El más caro es el Valdubán Crianza, que ofrecen a 15,50. Resumiendo, estupenda cocina tradicional con alguna nota de modernidad, estupendas instalaciones, servicio amable y eficaz y una ubicación cómoda con sitio para aparcar. No se puede pedir más.