El Dacia Logan estrena mecánica turbodiesel

Dacia, la segunda marca de Renault, propone un Logan dotado del «pucelano litro y medio» turbodiesel dCi que rinde 70 caballos, exclusivamente producido en Valladolid para todos los mercados del rombo y que toma ahora carta de naturaleza en la segunda marca del fabricante galo. Integrante del llamado club de los diez mil euros , el Logan se ha venido labrando, desde su lanzamiento hace un año, fama de coche robusto, sin concesiones al lujo, barato... y escasamente agraciado, eso también. Inicialmente concebido para mercados emergentes, ha acabado por convertirse en todo un «contestatario» frente a las realizaciones asiáticas -se supone que ahora también chinas- y en una suerte de colchón amortiguador de modelos teóricamente baratos que, a la postre, tampoco ofrecen nada del otro jueves. Sea como fuere, y en un mercado tan fuertemente globalizado como el del automóvil, una berlina tricuerpo (la del maletero separado ha sido una fórmula que ha funcionado siempre) de cuatro puertas, cuatro metros... y pico , cuyo maletero es capaz de alojar 510 litros y con una tarifa en torno a los 10.000 euros... tiene bastantes triunfos en su mano para hacerse con un trozo del apetecible pastel comercial del mundillo. Si a esto añadimos que la habitabilidad de sus plazas traseras -al menos, así lo publicita su fabricante- es similar a la de un Renault Vel Satis (¿) -ya ven que soñar no cuesta tanto-, el comprador puede presumir de poseer «todo un coche»... bastante feo, eso también. La economía ha presidido, y preside, el proceso de productivo de nuestro protagonista; desde la elección del conjunto técnico hasta, a nadie se le oculta, la de las instalaciones fabriles. El resultado es un coche fundamentalmente robusto, cuyo bastidor se defiende como pez en el agua sobre carreteras en mal estado y con una mecánica lo suficientemente probada como para que rinda servicio el mayor número posible de kilómetros -y años- sin «inesperadas» visitas al taller. En este sentido, la nueva versión Logan 1.5 dCi, ofrece unos ajustados 70 caballos -quizá un tanto justos cuando se trata de utilizarlo a plena carga- pero con la innegable ventaja de unos consumos tan pequeños como que no superan los cinco litros (4,7 homologados) de media ponderada. Un common rail sin turbo de geometría variable y con una presión de inyección que no supera los 1.400 bares (200 por debajo de lo que ya es habitual) aunque capaz de ofrecer unas interesantes respuestas a bajo y medio régimen. De nuevo la practicidad sobre cualesquiera otras consideraciones; incluida una relación peso/potencia (15,2 kilos por caballo) que no puede considerarse como un ejemplo. Tampoco se trata de eso. Las «carreras» se las reserva el rombo para los circuitos de F-1... y bien que los aprovecha. Con todo, el Logan es capaz de alcanzar una punta de 155 por hora y, lo mejor, de mantener sin mayores agobios los -por ejemplo- 140 por hora de crucero (dentro de la «legalidad» si se consideran los márgenes de desfase). La suavidad de marcha y una aceptable sonoridad, resultan ser también puntos a su favor. Lo mismo que sucede con la caja manual de 5 velocidades (tracción delantera) y el equipo de frenos, que cuenta con ABS desde el escalón más bajo de gama. El doble airbag frontal (conductor y pasajero) también se ofrece de serie, lo que viene a demostrar que, sobre los iniciales pliegos de condiciones, Renault ha aportado algún que otro granito de arena para satisfacer una mínimas exigencias en mercados... no tan emergentes. En el caso del mercado español, el Logan 1.5 dCi (70 CV) se ofrece con dos acabados: Ambiance y Laureate (10.200 y 10.700 euros respectivamente) cono lo que esta versión turbodiesel resulta tan competitiva como sus hermanos de gasolina. Por lo que respecta a las expectativas de ventas en nuestro país, Renault espera matricular en torno a las 6.540 unidades del Logan durante el presenta año 2006, de las que poco menos de la mitad (alrededor del 40%) serán diesel.