Fiat ha firmado una alianza estratégica con Chrysler
|||| El grupo automovilístico italiano acaba de adquirir el 35% del capital de Chrysler, en lo que se considera «un pacto de intercambio tecnológico y redes de distribución».
Las pretensiones de Sergio Marchionne, consejero delegado del Grupo Fiat, se centran en la recuperación del mercado americano para marcas que, como Alfa Romeo, intentaron antaño la «aventura americana»; sin olvidar otras posibilidades como la venta de modelos de su filial de vehículos industriales Iveco y hasta incluso, por aquello del glamour , del reciente 500, todo un símbolo de la nuova Fiat , que hasta podría llegar a fabricarse en la factoría que Crysler mantiene en Toluca (México) donde actualmente se produce el PT Cruiser.
Conviene no olvidar que algunos de los estados con mayor nivel de europeización , como el caso de Nueva York o California, siempre se han mostrado especialmente proclives -“sus ciudadanos- a la adquisición de modelos europeos con sello exclusivista; el de Ferrari es otro buen ejemplo de las aceptaciones «americanas» del consorcio transalpino.
Chrysler recibirá de Fait bastidores, componentes para vehículos pequeños y la empresa estadounidense, sumida en una profunda crisis, podrá también beneficiarse de la experiencia del fabricante italiano en planes de reestructuración. El pacto no incluye inversiones en metálico, ni provisión de fondos por parte de Fiat, aunque los últimos «flecos» del acuerdo de cooperación entre ambas compañías deberán negociarse durante los próximos meses.
Todo apunta a la orientación de Chrysler hacia una producción de vehículos pequeños, de bajo consumo y recortadas emisiones; capítulos que Fiat tiene muy por la mano .
En el capítulo de rumores, estos últimos días también ha saltado a la palestra otra posible fusión «paralela»de Fiat con los galos de PSA (Peugeot-Citroën) que, como se sabe, llevan ya años colaborando en la producción conjunta de monovolúmenes de gama alta y vehículos comerciales (furgonetas y furgones), aunque también es cierto que PSA siempre ha querido dejar clara su política de «alianzas tecnológicas puntuales» (para producciones concretas) y nunca de compras o absorciones; el caso de Ford ( suministro de motores turbodiesel), el más reciente de BMW (adquisición de motores de gasolina) o Mitsubishi (SUV todocamino 4007 y C-Crosser).