«Los chicos saben que hay que empezar a cambiar»
Las pruebas de la nueva asignatura de Educación para la Ciudadanía ya han evaluado los conocimientos de cientos de alumnos en las aulas leonesas y revelan los contenidos que los profesores imparten en las clases
|||| Imagina cómo actuarías si te das cuenta de que eres heterosexual y plantéate cómo se lo dirías a tu familia y amigos. Es una pregunta de lo más sencilla si no fuera porque la clave está en imaginarte en un mundo en que la mayoría de la gente que te rodea es homosexual. Éste es uno de los ejercicios que plantea uno de los libros de la asignatura Educación para la Ciudadanía a los alumnos y que ha sido abordado en el I.E.S. Juan del Enzina de León.
Esta asignatura, sobre cuyos contenidos se ha discutido mucho últimamente en toda España, tiene como objetivo, entre otros, «reconocer la condición humana en su dimensión individual y social» y «fomentar una actitud solidaria y tolerante», tal y como se explica en la hoja de ruta que la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León ha remitido a los centros.
Tanto sus contenidos (que se incluyen en una materia de 2º de la ESO, y también engrosa los contenidos de otras ya existentes como Ética o Filosofía, además se ampliará a 5º de Primaria el curso que viene) como el desarrollo de la misma, con todo tipo de posturas, ha suscitado el debate nacional, que retorna con cada decisión que toma el Gobierno al respecto. Entre las últimas, la prohibición por parte del Tribunal Supremo de objetar a esta asignatura.
Todos los alumnos se ven obligados a estudiar esta materia, que aborda desde las relaciones personales a la ciudadanía en un mundo global, pasando por los derechos humanos y las sociedades democráticas del siglo XXI. Precisamente estos cuatro bloques constituyen la estructura de esta polémica asignatura.
De palabra
En León, cinco mil estudiantes estrenaron este curso Educación para la Ciudadanía, de carácter obligatorio y evaluable. En este sentido, se trata de una materia que valora en gran medida el debate y no son pocos los profesores que la imparten que se decantan más por el trabajo en clase que por los exámenes propiamente dichos. «Es una asignatura de auditar y reflexionar», explica Miguel Ángel García, responsable de Educación para la Ciudadanía en el I.E.S. Juan del Enzina desde el Departamento de Filosofía del centro. Para él, «se trata de que los alumnos expresen lo que sientan». Para ello, se les pone en situaciones reales ya que unos de los objetivos pasa por cambiar actitudes.
Estas situaciones reales también han suscitado el debate de algunos padres, que no están de acuerdo con que sus hijos reciban esas lecciones. Sin embargo, en el caso de este instituto leonés los alumnos responden muy bien a los casos que se les plantea, incluso el propio profesor reconoce sentirse «sorprendido» ante la respuesta de sus pupilos. «Son conscientes, aunque piensen de otra forma, que hay que empezar a cambiar», aclara Miguel Ángel García, para quien no ha sido «nada difícil» empezar esta nueva andadura, que supone un campo a explorar para estos chicos de 13 años.
En cuanto a los exámenes, se valora sobre todo la participación y, de manera especial, que los chicos expongan sus razones y sus argumentos de manera lógica. Pero lo que está claro es que les engancha tratar temas que tienen que ver con sus vidas.
Al tratarse de una materia muy abierta, hay muchas preguntas tipo test, acompañadas de redacciones de desarrollo o comentarios de películas.