Diario de León

Seat León, nueva referencia del segmento compacto

La renovada apuesta de Seat por el León, vuelve a convertirlo en una referencia entre los compactos. Ligeros cambios estéticos y motorizaciones revisadas al alza, optimizan el comportamiento dinámico

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|||| Continúa la saga. Visto lo visto, tal parece que habrá León para rato. Al menos eso parece desprenderse de la nueva entrega que acaba de hacer su fabricante, que vuelve a sorprender con una impecable puesta a punto dinámica y estructural.

Puede opinarse que resulta fácil trabajar sobre una buena base; es verdad, aunque también lo es que tampoco resulta fácil optimizar lo bueno. Así que, diez años después de la primera entrega, el compacto de Seat vuelve a situarse como punto de referencia en el siempre competido escalón comercial de los modelos compactos.

Los éxitos cosechados por Seat en el Mundial de Turismos, en una suerte de operación de la pista a la calle , el nuevo León se muestra tan ágil como sugestivo en lo dinámico. Con, además, más carga emocional en sus propuestas mecánicas. Es el caso del sofisticado tetracilíndrico TSI 1.8 litros, de inyección directa (gasolina), turbo (de geometría variable) y 160 CV al que, dicho sea de paso, le vine de perlas su unión con la también acreditada caja DSG (automática secuencial de 7 marchas).

Un motor que cierra, por arriba (solamente 1.000 euros suplementarios), el abanico que abriera el 1.4 TSI de 125 CV que, dicho sea de paso, resulta ser también una excelente opción de compra por su relación prestaciones/consumo.

Claro que lo del 1.8 TSI de 160 CV es otra cosa: rendimiento excepcional y, ya se ha dicho, la exclusividad de unirse el cambio DSG, que hace gala de un funcionamiento de lo más refinado. Con una elasticidad tal, que se diría un turbodiesel, en lugar de gasolina. Una especie de «evolución transitiva» en la utilización práctica del coche.

Los demás parámetros técnicos también están perfectamente a la altura de las circunstancias motorísticas: suspensiones de tarados firmes, habida cuenta que esta versión mecánica viene unida al acabado Sport que, además de asientos deportivos, monta llantas de 18 pulgadas. La guinda: un diferencial electrónico XDS (se montará de serie a finales de año) que funciona conjuntamente con le control de tracción ESP (funció n adicional de frenado de la rueda que pierda más adherencia).

2.0 TDI FR

El nuevo motor turbodiesel de 170 CV, vestido con la espectacular estética FR, es otra de las grandes novedades de la renovada gama Seat León por, entre otras cosas, la rampa común en sustitución del inyector-bomba, de forma que el motor se torna mucho más agradable y prestacionalmente interesante.

Tanto el frontal como la vista zaguera han modificado el aspecto de la renovada generación del compacto firmado por Seat.

La curiosidad más significativa del diseño zaguera viene de la mano de una luneta de nueva factura, integrada en un también nuevo portón, que prescinde del anterior marco visible. También los retrovisores exteriores son de nuevo cuño, lo mismo que las llantas y la propuesta de colores de la carrocería, «Custom Colours», entre ellos un naranja Lumina de los más racing , que refuerza -“opcionalmente- su aspecto con llantas de 18 pulgadas pintadas en negro y con un generoso calzado: 225 en perfil 40, en lugar del anterior perfil 41 y que se montan de serie en el acabado FR.

La iluminación blanca -“tipo LEDS- en la nueva instrumentación, es el sello más característico de un interiorismo que continúa manteniendo un alto nivel de calidad y ajustes.

La generalidad de la nueva gama León 2009, continúa ofreciendo un alto equipamiento de serie: ocho airbag, frenos con ABS y ayuda a la frenada de emergencia, ESP, anclajes Isofix en los asientos traseros y cajones bajo las banquetas de los delanteros. Un equipamiento que todavía se incrementa en el acabado FR (el del TDI 170 CV) al sumar elevalunas eléctricos en las cuatro ventanillas, ordenador de a bordo, radio con CD y MP3 (8 altavoces) y conexión para USB, control de la presión de los neumáticos, climatizador bizonal, faros antinieblas con función «luz de giro», control de velocidad de crucero, retrovisores con regulación eléctrica, volante multifunción, reglaje lumbar en los respaldos delanteros, cristales oscuros y alarma.

Incluso los paquetes opcionales se han revisado al alza: sistema «Hill Hold» (ayuda al arranque en pendiente, por sólo 43 euros), faros Bi-xenón direccionales y sensores traseros de ayuda al estacionamiento, con un gráfico que aparece en la pantalla del ordenador.

En el capítulo dinámico, Seat a suavizado el comportamiento, sin por ello perder un ápice de eficacia. Las versiones FR y Sport (suspensión deportiva) de la anterior generación ofrecían unas reacciones algo drásticas, que ahora se civilizan con la adopción de unos tarados 25% menos duros.

Consecuencia: mejor compromiso deportividad-confort (7 milímetros más bajo que el anterior León) con lo que se obvian los molestos balanceos de carrocería cuando se circula ritmo rápido. Eso, por no hablar de la combinación ESP con el sistema XDS (como en el gasolina), un autoblocante electrónico que actúa como uno convencional, sólo que con más suavidad en sus reacciones.

Las nuevas pastillas de freno optimizan una frenada que, también ahora, se muestra bastante más progresiva.

En el aspecto motorístico, el cambio de bomba-inyector al raíl común se nota tanto como fácilmente puede suponerse: menos rumorosidad, ausencia de vibraciones y una entrega de potencia mucho más progresiva y fácil de utilizar. Además, el buen escalonamiento de las relaciones de cambio ayudan mucho a esa sensación de buen andar , a la vez que propician unas prestaciones acordes con el apellido FR: 8,1 segundos en aceleración de cero a cien, 214 por hora de punta y un consumo medio por debajo de los 5,5 litros por cada centenar de kilómetros, lo que nos permitirá rodar algo más de 700 kilómetros sin visitar el surtidor.

Por 1.700 euros suplementarios, pu3ede solicitarse la opción del cambio DSG (doble embrague) que, no nos cansaremos de repetirlo, se convierte en toda una delicia dinámica y que, lo mejor, tampoco penaliza el consumo. El fabricante anuncia un consumo medio de 5,7 litros y, aunque es verdad que precisa un mantenimiento de cambio de aceite cada 60.000 kilómetros, resulta ser éste un peaje nada gravoso para las ventajas que propicia su uso con, además, unas prestaciones teórica -“y prácticamente- optimizadas con respecto a la caja manual.

Tampoco el precio -“25.350 euros- del FR 2.0 TDI resulta ser una cantidad fuera de norma; más bien al contrario, la cifra resulta de lo más razonable si se tiene en cuenta lo que ofrece el coche.

En suma, que cualesquiera sea la mecánica y acabado que se elija (especialmente esta versión TDI 170 CV), la remodelación de la gama León acabará siendo... un buen negocio para el comprador.

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