Los guirrios conquistan Lusitania
Los antruejos de Llamas de la Ribera y Velilla de la Reina recorrieron las calles de Lisboa en el desfile de Máscara Ibérica
|||| Da igual el idioma porque no hacen falta las palabras. La máscara, las pieles y los personajes lo dicen todo. Así, los vecinos de Velilla de la Reina y Llamas de la Ribera se desplazaron a Lisboa para participar en el Cuarto Desfile de Máscara Ibérica. Toros, guirrios, madamas, rositas, gomias... el país lusitano se empapó de la cultura leonesa mientras los dos pueblos corrían en Lisboa el antruejo por las calles del barrio de Abajo.
Este desfile de fuerte contenido etnográfico pretende dar a conocer y conservar algunos de los ritos que todavía existen en toda la península Ibérica en la que los personajes se esconden tras sus máscaras. Además de las dos asociaciones de León, asistieron a este encuentro que se celebró el sábado 16 de mayo, otras 23 agrupaciones procedentes de Portugal, a las que se suman las de Asturias, Cáceres, Cantabria, Orense y Zamora. En total, más de 650 enmascarados se pasearon por las calles lisboetas.
Un autobús, subvencionado por la Diputación provincial, desplazó a los miembros de la Asociación Cultural de Guirrios y Madamas de Llamas de la Ribera. Casi 60 personas que, tras el incendio sufrido en la sede de la asociación el año pasado, volvieron a poner en la calle a sus guirrios y a sus madamas, a la rosita y el gomio, a la gomia y a los diablos. El año pasado la asociación perdió en el incendio 26 trajes «de incalculable valor por su antigüedad», explicó el presidente de la asociación, Luis Gerardo Díez. «El viaje a Lisboa ha sido algo espectacular, porque para muchos era la primera vez que asistían a un evento fuera de Llamas, aunque fue agotador la experiencia mereció la pena», añadió.
Los guirrios de Velilla de la Reina volvieron a hacer de las suyas y persiguieron e hicieron saltar por encima de las astas del toro a alguna moza lisboeta. El Ayuntamiento de Cimanes del Tejar y la Asociación Cultural Toros y Guirrios sufragaron y organizaron esta expedición, que los velillenses repiten por segundo año consecutivo. Como siempre, los guirrios y los toros fueron los que generaron más expectación, pero los enanos, la gomia, los madamitos o el barrigón también captaron la atención de los asistentes a este evento etnográfico.
La asociación de Velilla mostró no sólo los personajes más típicos de la localidad, si no que llevó a Lisboa vestimentas procedentes de toda la comarca del Alto Órbigo, fruto de la labor de investigación que realizan sus miembros para evitar que personajes tan dispares como el oso y el gitano o la birria se pierdan en el olvido.
Velilla de la Reina y Llamas de la Ribera dejaron en Lisboa el sabor más puro del antruejo leonés, el color de los abanicos, las pieles, las osamentas de animales o las tripas, junto la calidad de sus gentes. Todos ellos se mezclaron con los grupos españoles y con los portugueses y las panderetas y las castañuelas sonaron por fados. León volvió a demostrar así que sigue siendo una de las provincias más ricas en cuanto a tradiciones se refiere. Las máscaras de los personajes, de los guirrios de ambos pueblos con todo su color demostraron que lo antiguo y lo tradicional puede y debe perdurar en el tiempo.