Mercedes-Benz. Pionero… en transparencia
Primer fabricante en radiografiar los ensayos de choque
Los rayos X se convierten en los mejores aliados de Mercedes para los ‘crash test’. Un potente acelerador lineal capta, con total nitidez, hasta 1.000 imágenes por segundo, resultado de un proyecto conjunto entre Mercedes-Benz y el Instituto Fraunhofer.
Colisión… transparente: Visibles, por primera vez, todos los movimientos y deformaciones en las estructuras de los vehículos y los maniquíes que se utilizan en el interior del habitáculo durante las pruebas de impacto.
Todo comienza… con un fuerte estruendo: a 60 por hora de velocidad, un dispositivo de impacto embiste contra una anaranjada berlina de la Clase C, dándole en pleno costado.
Si los ‘crash tests’ resultan siempre especiales —sobrecogedores incluso para los expertos—, la parte realmente espectacular de esta prueba de impacto lateral se encuentra en una estructura situada en el techo del pabellón de ensayos, justo encima del vehículo: un acelerador lineal que funciona a como de cámara de rayos X; a bordo del coche, un maniquí SID II en ‘labores’ de conductor, en el lado izquierdo y de cara al impacto; un espécimen de prueba, con anatomía femenina, especialmente diseñado para los ensayos de impacto lateral.
Esta demostración en las instalaciones de investigación del IME (Instituto Ernest Mach) en Friburgo, ha demostrado la efectividad de la tecnología de rayos X de alta velocidad en la visualización de las deformaciones internas altamente dinámicas de forma que, daños hasta ahora invisibles, y la exactitud de su proceso, se vuelven… transparentes.
En los milisegundos que dura el impacto, el sistema de rayos X toma un centenar de imágenes fijas que, combinadas con un vídeo, proporcionan una interesante visión de lo que ocurre en el interior de los componentes más relevantes que inciden en la seguridad del coche y en el cuerpo del maniquí durante el choque.
Consecuencia: los expertos pueden observar, detalladamente, cómo se comprime el tórax del maniquí o cómo se deforma un componente del vehículo sin que, eso además, el análisis del choque por rayos X interfiera en ninguna otra herramienta utilizada para analizarlo. Incluso las cámaras interiores del vehículo de pruebas graban sin perturbación alguna.
Tampoco las personas que integran de equipo de pruebas están expuestas a la radiación: un muro de hormigón —40 centímetros de grosor— alrededor del edificio, y una puerta de protección —40 toneladas de peso—, las preserva de hipotéticas contaminaciones.
Actualmente, Mercedes-Benz realiza anualmente 900 ‘crash tests’ y alrededor de 1.700 «pruebas de trineo», en el que se montan carrocerías o conjuntos del vehículo, sometiéndolo a las fuerzas que se producirían en un choque real.