Entonces… Junior

Con una historia única, y una interminable lista de nombres para elegir, el cambio de denominación no supuso ningún problema para los responsables de Alfa Romeo; de hecho —sostienen en la marca—, fue un placer repasar la lista de nombres seleccionados como favoritos entre las sugerencias del público… Junior acabó eligiéndose.

Según Jean-Philippe Imparato —CEO de Alfa Romeo—, «somos perfectamente conscientes de que este momento quedará grabado en la historia de la marca; una gran responsabilidad y, al mismo tiempo, es un momento emocionante. La elección del nombre Junior es completamente natural, ya que está fuertemente ligado a la historia de la marca y ha estado entre nuestros favoritos y entre los favoritos del público desde el principio».

Origen… de un nombre. Tras el éxito del Giulia, con su icónico TZ de 1963 (en la foto) y la versión coupé Giulia Sprint GT diseñada por Giugiaro para Berone, el objetivo de Alfa Romeo es atraer a un público más joven, ávido de un coche brillante y exclusivo sin un excesivo coste de compra y mantenimiento.

El 26 de septiembre de 1966 se presentaba en Balocco el GT 1300 Junior que, a pesar de no llamarse «Giulia», sería el líder de una nueva generación en los catálogos de Alfa; de hecho, versiones similares de la gama Spider también se identificarán con el Junior.

La principal variante mecánica sería la adopción del motor (1.290 c.c.) de doble árbol de levas que, gracias al suministro único de combustible y a una nueva distribución, rendía 89 CV alcanzando 170 por hora de punta, sólo ligeramente inferior a la del 1600, ofreciendo también un alto rendimiento y placer de conducción, a la vez que se actualizaba la carrocería con un acabado más ‘juvenil’.

Con unas ventas que superaban las 92.000 unidades, el GT 1300 Junior se convertiría rápidamente en el más vendido de la gama… un verdadero símbolo en su época.