Peugeot 600, lujo clásico
Lujosa… seña de identidad. Hace 90 años, el Peugeot 601 inauguraba la exclusiva serie de ‘modelos especiales’: 15 carrocerías entre las que se contaban arquitecturas sedán, roadster, limusina y el innovador Eclipse, un coupé-cabriolet de techo rígido.
A partir de los años 70, y hasta bien entrado el siglo XXI, ha plasmado su filosofía de gama alta en el sofisticado 600, desde el 604 (1975-1985) hasta el 607 (1999-2010) y 607.
Hace nueve décadas, el Peugeot 601 saltaba a la palestra como puionero de la estirpe, aunque su historia arranca en 1931, cuando los concesionarios de la marca trasladaban al entonces presidente de la compañía Jean-Pierre Peugeot, y a su hermano François —director comercial—, la necesidad de diversificar el catálogo para llegar a nuevos clientes.
De ahí a encargar al Estudio de Diseño Peugeot un modelo más grande y con mecánicas más potentes que el 201… sólo había un paso: nacía el Peugeot 301, lanzado en 1932, al que seguirían, dos años después, los 401 y 601 dando lugar a la primera gama de modelos en la historia de la marca.
Adelantándose al concepto de plataforma modular —tan en boga actualmente— todos ellos compartían carrocería, ejes y suspensiones; novedades que afianzarían la vocación generalista del fabricante, a la vez que definían el modo, y el nombre, de los turismos de Sochaux durante casi un siglo.
Tal como su nombre indica, el 601 suponía el tope de esta oferta: el regreso de los motores de 6 cilindros, ausentes de los catálogos desde 1931, a la vez contabilizaba 3.999 unidades producidas. Haciendo gala de una elegante estética, el 601 se dirigía a una adinerada clientela, amante de los automóviles con capós largos, capaces de alojar el sobredimensionado motor de 2.0 litros con válvula lateral., un ‘gigantesco’ propulsor que rendía unos inusuales 60 CV, gestionados por una silenciosa caja de cambios de 3 velocidades, que podía alcanzar… ¡105 por hora de punta!
La gran diversidad de gama era otra de las bazas del 601: 15 diferentes carrocerías, entre las que se contaban las principales siluetas que han venido definiendo al segmento automovilístico de lujo: sedán, limusina, roadster y la inolvidable versión Eclipse, un espectacular coupé-cabriolet que ha inspirado muchas realizaciones firmadas por Peugeot a lo largo de su historia.
El techo rígido, y plegable, en color de la carrocería se recogía automáticamente en el portaequipajes merced a un mando eléctrico; toda una revolución fruto del trabajo del diseñador Georges Paulin con la ayuda del carrocero Marcel Pourtout. El director de cine francés Marcel Pagnol se enamoró tanto del Eclipse, que tuvo una aparición estelar en su película ‘Le Schpountz’ rodada en 1938.
Fue el primer paso de la carrera cinematográfica del Peugeot 601, que está viviendo una segunda juventud en películas y series de streaming españolas estrenadas durante los últimos años: «Mientras dure la guerra», «Las Chicas del Cable», Las Trece Rosas» o «El Espinzazo del Diablo».
Habría que esperar más de cuatro décadas para ver el renacimiento de la serie 600 con el 604, una elegante berlina de corte clásico que se convertiría en el buque insignia de Peugeot entre 1975 y 1985, unos años marcados por la primera crisis del petróleo. Valery Giscard d´Estaing, que llegaba al Palacio del Eliseo el año anterior a su lanzamiento, lo ‘adoptó’ como su automóvil fetiche durante una presidencia que se extendió hasta 1981; Giscard no dudaría en utilizarlo en sus viajes oficiales, incluso fuera de Francia, convirtiéndolo también en el vehículo oficial de un buen número de altos funcionarios de la administración gala.
Tampoco tenía porqué extrañar: la berlina destacaba por una línea sencilla y elegante, dibujada por Pininfarina, con el concurso ‘interior’ de Paul Bracq, que ya había diseñado habitáculos para Mercedes y BMW en la década de los 50 y 70, quien posteriormente también se encargaría del interior del Peugeot 505. Espacio lujoso y con elementos poco habituales en la época: aire acondicionado, elevalunas eléctricos, dirección asistida y techo practicable; además de un buen comportamiento en carretera y una frenada potente y segura.
Consecuencia: el 604 se vendería tanto en Estados Unidos como en Corea del Sur; originariamente equipado con un motor de 6 cilindros, también sería pionero europeo en comercializarse con mecánica turbodiesel. Una de las unidades de la versión Limusina, desarrollada por el carrocero Heuliez, se utilizó como ‘Papamóvil’ en la visita que Juan Pablo II realizó a Francia en 1980.
Tampoco el 604 se sustraería a los encantos cinematográficos, ‘protagonizando’ una de las últimas cintas de nacionalidad yugoslava: «204-272», comedia en la que un alto funcionario abusaba de los privilegios del cargo en compañía de su amante.
En 1989 la segunda generación de la saga 605, comercializada hasta 1999, una berlina de 4,72 metros, sería la encargada de sustituir a dos iconos ochentenos de la marca, el 505 y el primer 605; su diseño clásico recogía elementos de su ‘hermano pequeño’, el 405, como del prototipo Oxis, destacando por su completo equipamiento para la época: dirección con asistencia variable, asientos eléctricos calefactados y, en 1994, pretensores pirotécnicos en los cinturones de seguridad y protección de impactos laterales..
A renglón seguido (1999), el 607, tabién muy utilizado por los presidentes franceses Jacques Chirac (1995-2007) y Nicolas Sarkozy (2007-2012) aderezaba su conservador diseño con los faros ‘lágrima’ del 206 y montaba suspensión de amortiguación variable, 8 airbag, frenos ABS, detector de presión de los neumáticos y cierre centralizado.
En suma, que ‘los’ 600 han marcado impronta estético-versátil en los catálogos de Peugeot.