La supresión de los controladores aéreos no afectará al aeropuerto de La Virgen

Los aeropuertos con menos de cincuenta operaciones diarias, cerca de una docena, entre los que podría estar el de Burgos, contarán con un sistema automatizado de control aéreo que sustituirá la figura del controlador. La medida no afectará al aeródromo de La Virgen del Camino, que comparte estas operaciones con la base militar.

El anuncio parte del ministro de Fomento, José Blanco, quien definió la nueva estrategia aeroportuaria para reducir costes y aclaró que el nuevo sistema estará dirigido siempre por un técnico de Afis, según establece la Organización de Aviación Civil Internacional.

Además, durante su comparecencia en el Congreso, el titular del área anunció una rebaja de las tasas de navegación aérea como consecuencia de la implantación de este sistema Afis, que contribuirá a reducir el gasto al destinar a los controladores a los aeropuertos en los que son estrictamente necesarios, con lo que -"consideró Blanco-" aumentará la productividad del sistema.

Entre las estructuras en las que se implantará y que serán objeto de una primera experiencia están los del Hierro o La Gomera.

Si bien, Fomento indicó que serán al menos una docena y que entre ellos podrían estar también Pamplona, Huesca, La Rioja, Ciudad Real y Burgos.

A este respecto, el ministerio prevé potenciar el Sacta (Sistema Automatizado para el Control del Tráfico Aéreo), que ha alcanzado un alto nivel de calidad y por el que uno de cada tres vuelos en el continente europeo son controlados por métodos tecnológicos desarrollados por empresas españolas.

Blanco apeló a la colaboración de los controladores aéreos para «racionalizar sus condiciones de trabajo» y dijo que así se reducirá el coste de la navegación, lo que tendrá «una clara repercusión en el precio de los billetes».

Para el titular de Fomento, el elevado coste de las travesías aéreas en España se debe a la baja productividad y a la limitada capacidad aérea de Aena para mejorar «el deficiente sistema de organización de trabajo».

Esta situación, explicó, obliga a compensar las altas tasas de navegación aérea con el establecimiento de impuestos aeroportuarios muy por debajo de la media europea, lo que, a su juicio, «genera un déficit de explotación que debemos abordar cuanto antes» y que cifró en 300 millones de euros en el 2009.

Para ello, Blanco dijo que es necesario «un esfuerzo de los controladores» para establecer tarifas de navegación más competitivas que equiparen a este colectivo a la situación actual de esta profesión en el resto de los países europeos.