Diario de León

El último barón de Felipe González abandona el control del PSOE andaluz

Manuel Chaves pone fin a una época en la que los líderes territoriales eran una dirección paralela. La bicefalia no funcionó y se adelanta la llegada de Griñán

Manuel Chaves ha decidido dejar su cargo de secretario general de los socialistas andaluces.

Manuel Chaves ha decidido dejar su cargo de secretario general de los socialistas andaluces.

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antonio montilla | madrid
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El PSOE de los barones territoriales, con acusados egos autonómicos y el de las corrientes internas capaces de hacer tambalear a la dirección federal del partido, el de los «guerristas», y «renovadores». El PSOE de Juan Carlos Rodríguez Ibarra, José Bono, Narcís Serra y Manuel Chaves. Este PSOE, ya muy difuminado, llega a su fin con la decisión del vicepresidente tercero del Gobierno de poner fin a su etapa como secretario general de los socialistas andaluces, cargo en el que ha permanecido 16 años.

Chaves consuma el camino inverso que emprendió en 1990, cuando aterrizó, a disgusto, en Sevilla para presidir la Junta de Andalucía. La cúpula de los socialistas andaluces ni entendió ni compartió la decisión de Felipe González e, incluso, llegó a decir que «no era el mejor candidato posible». Chaves, así, tuvo que ganar dos batallas: las de las urnas, al PP -en 1990- y la asamblearia, a sus correligionarios -en 1994-.

El concepto de «barón territorial» comenzó a forjarse a finales de los ochenta y comienzos de los noventa, cuando los enfrentamientos entre los hasta entonces inseparables Felipe González y Alfonso Guerra comenzaron a mover los cimientos por el partido que fundó Pablo Iglesias. Los «reyes de taifas» del socialismo ganaron más protagonismo, sin embargo, en los meses anteriores al triunfo en las urnas de José María Aznar en 1996.

La estructura federal del PSOE se resintió a causa de unas primarias donde no siempre se jugó limpio y, sobre todo, ante la falta de un liderazgo firme que no supieron enarbolar ni Joaquín Almunia ni Josep Borrell. Hoy no se imagina una corriente similar porque en el PSOE nadie discute la autoridad de José Luis Rodríguez Zapatero.

En abril de 2009, asume, para sorpresa de muchos, la Vicepresidencia Tercera del Gobierno. Deja la Junta de Andalucía, pero conserva la secretaría general del PSOE-A hasta el congreso que estaba previsto para 2012, momento en que su sustituto al frente del Gobierno andaluz, José Antonio Griñán, debería asumir el control.

Nadie preveía problemas de bicefalia entre dos amigos, pero los ha habido. Para evitar problemas el cónclave de los socialistas andaluces se llevará a cabo la segunda semana de marzo.

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