Los líderes de CiU y PNV se muestran dispuestos a pactar con el Ejecutivo
Los nacionalistas advierten de que no serán salvavidas de nadie, por lo que Zapatero tendrá que tomar «medidas impopulares» y pasar de «las palabras a los hechos»
CiU y PNV se perfilaron ayer durante el debate como los posibles aliados principales del Gobierno para la aprobación del paquete de reformas para acelerar la salida de la crisis. No escatimaron duras críticas a la política económica de José Luis Rodríguez Zapatero, al que pasaron factura pública por lo que consideran dos años de errores e indecisiones que han agravado la recesión, pero, al final, antepusieron el «bien general» a los reproches y se mostraron dispuestos a llegar a acuerdos y pactos en el proceso de negociación política recién abierto por el presidente.
Eso sí, advirtieron al jefe del Ejecutivo de antemano que no serán «salvavidas» de nadie y que si quiere su apoyo tendrá que estar dispuesto a adoptar «medidas impopulares» y a exigir «sacrificios» y, sobre todo, a pasar lo antes posible de «las palabras a los hechos».
El protagonista del día . Antoni Durán i Lleida, el portavoz de CiU en el Congreso, fue el gran protagonista del día. Logró que el Gobierno se sumase a su idea de gran acuerdo económico contra la crisis y que Rodríguez Zapatero, que le había anticipado la propuesta que iba a hacer en el hemiciclo, le tratase con especial deferencia y alabase su perfil de hombre de Estado. Durán adelantó que apoyará el plan de recorte del gasto público anunciado por el Gobierno «siempre que sea creíble», vio con buenos ojos el guión del paquete de reformas que enunció Zapatero, y reconoció que «hoy se ha abierto una nueva perspectiva». «Hagamos lo que tenemos que hacer, con sacrificios y cuanto antes mejor, pero no queremos palabras sino hechos», animó al presidente, al tiempo que le avisaba de que «no se obsesione con la paz social», porque «no sirve de nada si nos lleva a la ruina».
Josu Erkoreka, el portavoz del PNV, pidió a Zapatero que abandone las continuas dudas a la hora tomar por los cuernos el toro de la recesión y admitió que las medidas necesarias serán sin duda «duras, antipáticas e impopulares», pero esa tarea, por desagradable que sea, le corresponde a «usted». A cambio, indicó que la oferta de debate del Ejecutivo «nos parece razonable» y se comprometió a que «pactaremos si sus propuestas son posibles». «Si lo hace y lo hace bien, no le faltarán apoyos en la cámara, con pacto de estado o sin el», sentenció.