Diario de León
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Análisis | antonio montilla

La primera sesión de control a la que se enfrentaba el nuevo Gobierno tuvo ayer varios momentos intensos con debates calientes, que incluyeron alusiones al pasado. Ninguno de esos instantes correspondió al insulso cara a cara entre Zapatero y Rajoy.

La tela se cortó en el debate de los segundos espadas. Soraya Sáenz de Sanmataría mostró sus credenciales desde el minuto uno y, con temple, fue directa a la yugular de su adversario que, sin embargo, apenas acusó el golpe. Rubalcaba ostenta, entre otras cualidades, la de ser un hueso parlamentario muy duro de roer. El primer envite lo despachó con una sola frase de manual. «¡El turno del miedoso!», gritaron desde la bancada popular. Una coletilla que se atribuye a los ministros que guardan todo el tiempo de su respuesta para su última réplica, ante la que el interpelante no tiene posibilidad de responder.

Si el Ejecutivo estrenó seis ministros -”aunque sólo cuatro son nuevos-” el PP también contó con una primicia: el Ipad de Rajoy. Durante su pregunta a Zapatero, Rajoy combinó el uso de papeles y de su tableta electrónica, donde ya guarda parte de su arsenal de oposición, lejos del cuaderno azul de Aznar.

Lo que sí dejó claro el pleno es que el PSOE pasa al ataque y que Zapatero, tras meses a la deriva, ya sonríe.

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