«Clave para el desarrollo de León y de la Comunidad»

Colaboración institucional y confianza en un futuro próspero fueron los dos mensajes que el consejero de Fomento, Antonio Silván, quiso dejar en su discurso.

Con la inauguración del 'Palacín', según dijo, se da el primer paso para que el Palacio de Congresos de León sea una realidad y el «símbolo» del nuevo León que está surgiendo al otro lado de las vías, en el oeste de la ciudad. Un proyecto que, según enfatizó también, tiene «el denominador común» de la «suma de esfuerzos» de distintas administraciones y colores políticos, en este caso el Ayuntamiento de León, la Junta de Castilla y León y el Gobierno de España.

A su juicio, la nueva infraestructura es el «embrión» de un futuro aún por llegar que abre grandes esperanzas no sólo para la ciudad de León sino también «como elemento de desarrollo de toda la Comunidad».

La implicación de la Junta en la financiación del Palacio de Congresos, explicó, forma parte del esfuerzo de la administración autonómica por dotar a todas las provincias de Castilla y León de instalaciones de primer nivel cultural. «Debe convertir a León en un referente congresual y turístico capaz de dinamizar la economía de la ciudad», insistió.

En sus palabras, Silván no olvidó una referencia al pasado de la azucarera y a aquella imagen que muchos leoneses tienen todavía en la retina de las filas de camiones con remolacha a las puertas de la fábrica. «Este proyecto también pone en valor un edificio emblemático de la historia industrial de León», dijo.

El Palacio de Congresos, según añadió, no es sólo un proyecto para León. Debe ser también un eje de desarrollo para la provincia y para todas sus señas de identidad, como los ríos, la Montaña, el Bierzo, las Médulas, Tierra de Campos, la Maragatería... «Estamos ante un momento apasionante para nuestra tierra. Tengo la satisfacción compartida de que será muy positivo para su presente y futuro», concluyó.