Negociaciones contrarreloj

El PP, claro vencedor de las elecciones autonómicas y municipales, disfruta como nunca de mayorías absolutas en ayuntamientos y diputaciones de toda España y dejó resueltos a su favor los gobiernos de Cantabria, La Rioja, las dos Castillas, Comunidad Valenciana, Murcia, Madrid y Baleares. Sin embargo, en este mapa de un rotundo azul aún hay un número considerable de instituciones pendientes de las negociaciones entre los partidos para saber quién las dirigirá.

Las distintas siglas mantienen negociaciones contrarreloj para determinar los gobiernos de cinco comunidades sin mayorías claras -Aragón, Extremadura, Asturias, Canarias y Navarra-, de dos de las diputaciones forales vascas -Álava y Guipúzcoa-, de más de una docena de capitales o grandes ciudades -como Zaragoza, San Sebastián, Vigo, Pamplona, Oviedo o Santa Cruz de Tenerife-, y de decenas de municipios y diputaciones de todos los tamaños.

Las dos primeras semanas tras los comicios han servido para los tanteos preliminares y para medir fuerzas con amagos y presiones, pero la próxima semana es la definitiva. Los pactos tienen que comenzar a aclararse a partir del martes, con la fecha límite en la mayor parte de los lugares del 11 de junio, que es el día en que se constituirán los ayuntamientos y se elegirán alcaldes.

Las diputaciones y sobre todo los gobiernos autonómicos tienen en teoría un margen mayor para la negociación, pero en la práctica no es así porque en muchas autonomías los pactos para gobernar están muy vinculados a los que se cerrarán en el ámbito municipal.

Los socialistas, los grandes derrotados, esperan poder maquillar aunque sea un poco su fracaso gracias a las negociaciones. Su objetivo fundamental será convencer a IU de que permita al PSOE retener Extremadura. En caso contrario, los socialistas habrán perdido todas las comunidades que se renovaron el 22 de mayo. Un pacto en Canarias con los nacionalistas de Paulino Rivero les permitiría gobernar una comunidad que no controlaban y en la que tuvieron un mal resultado. Esperan también que los acuerdos le den la alcaldía de Zaragoza, que se convertiría en la mayor ciudad en su poder tras la pérdida de Barcelona y Sevilla, y en lograr mantener bastiones como San Sebastián, Getafe, Orense o Vigo.

El PP ha comenzado a hacerse a la idea de que puede pasar a la oposición en Canarias y Extremadura, así como en los ayuntamientos de Zaragoza, Vigo o Tenerife, pese a ser la fuerza más votada. Los populares centran sus esfuerzos en que Luisa Fernanda Rudi sea la próxima presidenta de Aragón, con la ayuda del PAR, en mantener Oviedo, en recuperar el poder en Álava y en Vitoria, y en convertir en alcalde de la tercera ciudad de Cataluña, Badalona, a Javier García-Albiol.

1397124194 Cascos y Bildu. Las negociaciones serán determinantes para confirmar de qué forma Francisco Álvarez Cascos se convierte en el nuevo jefe del Ejecutivo de Asturias. Tras la renuncia del PSOE a presentar candidato, Cascos será presidente, pero aún no ha dicho si lo hará en minoría o en coalición con el PP.

Los contactos también deberán determinar si Bildu, la coalición próximos a Batasuna, llega a gobernar grandes instituciones en Euskadi y Navarra. Bildu tiene opciones de gobernar la Diputación de Guipúzcoa y San Sebastián. Todo depende del PNV. Si los nacionalistas apoyan al PSE en San Sebastián el PNV se hará con la Diputación, en caso contrario el camino está abierto para los independentistas. La misma llave la tiene en Navarra y Pamplona el PSN-PSOE. Lo más probable es que permita gobernar a UPN, la fuerza más votada pero sin mayoría absoluta.

Si se confirma el pacto de Coalición Canaria y de los socialistas y si el PSN deja gobernar en Navarra a UPN, José Luis Rodríguez Zapatero logrará dos aliados en el Congreso para terminar la legislatura. No obstante, lo que más interesa al presidente del Gobierno es un buen entendimiento con el PNV, algo que con los pactos parece más difícil.