Diario de León

LA CAMPAÑA CONTINÚA

Rubalcaba promete resistencia

El candidato socialista asegura que no emulará a Joaquín Almunia porque si se produce una debacle de su partido se tomará un tiempo para pensar qué debe hacer.

El candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, durante un encuentro con internautas.

El candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, durante un encuentro con internautas.

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p. de las heras | madrid / gijón
León

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ALFREDO P. RUBALCABA

Plaza: Una charla digital con los usuarios de la red social Twitter en la sede del PSOE en Madrid.

Incidencias: Rubalcaba intentó someterse a la disciplina del Twitter, pero en algún caso no lo consiguió, aunque el moderador fue flexible y el candidato sobrepasó el límite impuesto para responder a todo tipo de preguntas que los tuiteros le plantearon.

La frase: «La noche del 20-N no me iré si pierdo, luego, ya veremos».

El detalle: Aseguró ser una persona reflexiva y responderá a su futuro cuando pasen las elecciones.

Alfredo Pérez Rubalcaba no dará un paso atrás el 20 de noviembre, pase lo que pase. Ni siquiera si los resultados electorales dejan a su partido por debajo de los 125 diputados que cosechó Joaquín Almunia en el 2000, la barrera psicológica que en la mente de cualquier socialista simboliza ya la debacle absoluta. Quizá el paso de los días le haga cambiar de opinión. Pero su intención es resistir

Que aguante para intentar aspirar después a la secretaría general del PSOE es harina de otro costal. Lo que de momento tiene claro el exvicepresidente es que no repetirá la escena protagonizada por el hoy comisario europeo de la Competencia la misma noche electoral en la que José María Aznar se alzó con la mayoría absoluta. A pesar de que los sondeos vaticinan un reparto de escaños hasta cierto punto similar al de entonces, el contexto es distinto por muchos motivos. Y sobre todo, por uno: en la práctica Rubalcaba no tiene cargo orgánico del que dimitir. Él es sólo candidato y, aunque oficiosamente eso le haya convertido en el líder del partido, nadie le ha elegido para nada más que para que represente sus siglas en una de las contiendas más complicadas de los últimos 30 años.

Él no niega que sea así. Lo dijo claramente ayer durante una ‘twitterentrevista’, una charla digital con usuarios de la red social Twitter por persona interpuesta. Le preguntaron si abandonará como Almunia y él recordó que no es secretario general.

Pero en su respuesta firme hay todo un mensaje en clave interna. «Esa noche —subrayó— no me iré». ¿Y Luego? Hasta ahora Rubalcaba se ha negado a contestar de manera clara, se ha solido quedar en un interpretable «ya veremos».

Esta vez adujo que es una persona «reflexiva» y que dará una respuesta cuando ya hayan pasado las elecciones. Pero, por lo pronto, se negó a fijar un resultado por debate del cual consideraría obligado tirar la toalla. «Inhabilitar —dijo aferrándose a la literalidad de la pregunta— es un término muy duro». Por debajo, admiten en cambio, resultará casi imposible evitar un escenario de guerra fratricida para elegir al sucesor de Zapatero en la secretaría general.

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